Seis artículos en Science analizan el polvo del asteroide Itokawa traído a la Tierra por la sonda Hayabusa de la agencia espacial japonesa

Por Francisco R. Villatoro, el 25 agosto, 2011. Categoría(s): Astronomía • Ciencia • Física • Noticias • Physics • Química • Science ✎ 3

El éxito de las misiones científicas espaciales tiene dos caras, que el experimento llegue a iniciarse y que los resultados ofrezcan alguna sorpresa que justifique la misión espacial. No siempre el éxito es doble. Lanzada en 2003, la sonda espacial Hayabusa alcanzó el asteroide Itokawa 25143 en 2005, tomando unas 1500 motas de polvo en una cápsula hermética que regresó a la Tierra en junio de 2010. Todo un tesoro para la Agencia de Exploración Espacial Japonesa, que había ensayado durante dos años cómo analizar dichas muestras sin contaminarlas. Itokawa 25143 es un asteroide cercano a la Tierra de tipo S (de silicio), típico del cinturón de asteroides más cercano a la Tierra. Gracias a las medidas espectroscópicas (la luz que se refleja en su superficie) se sabía que están hechos del mismo material que los meteoritos condríticos encontrados en la Tierra. Los científicos ya lo sabían, pero tenían que estar seguros. El nuevo análisis confirma dos cosas del tipo de quien fue primero el huevo o la gallina: por un lado, se demuestra que los asteroides son objetos arcaicos del sistema solar primitivo porque están formados por condritas; por otro lado, se confirma que las condritas son ejemplos de los materiales más antiguos del sistema solar. Una misión de 7 años que fue muy discutida cuando se creyó (durante 5 años) que las muestras podrían haberse contaminado durante el retorno a la Tierra. El análisis final parece indicar que no estaban contaminadas (porque tienen al composición que se esperaba que tuvieran). Repito lo dicho, el éxito de las misiones científicas espaciales tiene dos caras y en este caso solo podemos disfrutar de una de ellas, la otra, confirmar lo que ya se sabía, no ha ofrecido ninguna sorpresa. ¿Ha merecido la pena la misión? Sí, sin lugar a dudas.

Nos lo ha contado Alexander N. Krot, «Planetary Science: Bringing Part of an Asteroid Back Home,» Perspective, Science 333: 1098-1099, 26 August 2011. Los seis artículos científicos son Tomoki Nakamura et al., «Itokawa Dust Particles: A Direct Link Between S-Type Asteroids and Ordinary Chondrites,» Science 333: 1113-1116, 26 August 2011; Hisayoshi Yurimoto et al., «Oxygen Isotopic Compositions of Asteroidal Materials Returned from Itokawa by the Hayabusa Mission,» Science 333: 1116-1119, 26 August 2011; M. Ebihara et al., «Neutron Activation Analysis of a Particle Returned from Asteroid Itokawa,» Science 333: 1119-1121, 26 August 2011; T. Noguchi et al., «Incipient Space Weathering Observed on the Surface of Itokawa Dust Particles,» Science 333: 1121-1125, 26 August 2011; Akira Tsuchiyama et al., «Three-Dimensional Structure of Hayabusa Samples: Origin and Evolution of Itokawa Regolith,» Science 333: 1125-1128, 26 August 2011; y Keisuke Nagao et al., «Irradiation History of Itokawa Regolith Material Deduced from Noble Gases in the Hayabusa Samples,» Science 333: 1128-1131, 26 August 2011.

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Las 1500 partículas de polvo analizadas están formadas por 5 minerales (algunos comunes en la Tierra y otros no). La combinación concreta de minerales observada no corresponde a ninguna roca terrestre lo que confirma que las partículas de polvo no han sido contaminadas durante su viaje de retorno a la Tierra. Ya se sabía la composición de los asteroides de tipo S  (gracias al análisis de sus espectros de reflexión) y las muestras la confirman de forma definitiva. La composición es similar a la de muchas condritas ordinarias pero no coincide de forma exacta con ellas. Según los autores la erosión por exposición a las condiciones del espacio (space weathering; gracias César por la aclaración) es la responsable de esta diferencia. Por ello, las muestras del asteroide permitirán estudiar y comprender mejor la erosión espacial en el interior del sistema solar (ya había sido estudiada en la Luna y Marte).

La agencia espacial japonesa lanzará en 2014 una nueva misión Hayabusa 2 que repetirá la hazaña en un asteroide de tipo C  (de carbono). Se espera que el número de muestras recogidas sea mayor. Dado que los asteroides de tipo C son muy ricos en agua y en materiales orgánicos, se espera obtener información muy relevante sobre el origen del agua y de la vida en el Sistema Solar.

PS (28 ago. 2011): Recomiendo la lectura de la entrada de César, «Resultados de Hayabusa: el origen de los meteoritos y los asteroides menguantes,» Experentia Docet, 26 agosto 2011. Para abrir boca, el primer párrafo de su estupenda entrada es «Uno de los logros más impresionantes de la astroquímica (cosmoquímica si somos puristas) acaba de adquirir carta de naturaleza con la publicación en Science de una serie de 6 artículos con los resultados de los análisis completos de unas 1500 partículas, de entre 3 y 180 µm de tamaño, recogidas directamente de la superficie de un asteroide por la sonda japonesa Hayabusa. Los datos confirman que los meteoritos que se encuentran más frecuentemente en la Tierra, las condritas, provienen de los denominados asteroides de tipo S (los rocosos, compuestos de silicio fundamentalmente) y que los asteroides disminuyen su tamaño como consecuencia de la erosión espacial, que también explica las anomalías espectrales observadas.»



3 Comentarios

  1. Genial, ahora estoy estudiando los meteoritos en clase de geofisica, me vendra bien mencionar esto en el reporte :). Esa mision hayabusa 2 parece muy interesante.

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