Sobre culos y culos aumentados mediante operaciones de cirugía estética

Por Francisco R. Villatoro, el 19 febrero, 2012. Categoría(s): Ciencia • General • Medicina • Noticias • Prensa rosa • Science ✎ 6

Hay muchas cosas que me gustaron de la conferencia del maestro Manuel Toharia en el Rectorado de la Universidad de Málaga; entre ellas que no tenía miedo de pronunciar palabras como culo y teta sin recurrir a resabiados eufemismos. Manuel se refirió a las modelos de pasarela, para las que los modistos de alta costura diseñan ropa que a ellas les queda muy bien porque ni tienen tetas, ni tienen culo, pero que no sienta tan bien a las mujeres que sí los tienen. Seguro que os parece una chorrada, pero en la charla de Manuel pensé que tenía que escribir dos entradas en este blog, una sobre tetas y otra sobre culos. La primera ya la conocéis, algunos la habéis criticado y otros disfrutado. Como no puede ser de otra forma, esta es la segunda y va de culos. Por cierto, hablando de culos te recomiendo visitar a Biogeocarlos, «Big Culo Day 2012,» La Ciencia de la Vida, 15 febrero 2012.

La verdad es que no puedo entender cómo una muchacha de 24 años decide colocarse dos implantes de silicona sólida en el culo para volverlo más prominente y contorneado. Uno siempre se imagina que a este tipo de operaciones se apuntan quienes sufren los descuelgues asociados al paso de los años. Abajo tienes unas imágenes de la operación estética. Los detalles técnicos nos los cuenta Douglas M. Senderoff, «Buttock Augmentation With Solid Silicone Implant,» Aesthetic Surgery Journal 31: 320-327, 2011. El artículo también incluye imágenes del culo de una mujer de 44 años antes y después de la misma operación, aunque con un resultado no tan agradable. No solo se aumenta el culo, también se reduce, buen ejemplo es Jorge Alirio Mejia, «Gluteal Reduction: A New Technique With Tightening, Lifting, and Reshaping Effects on the Buttocks,» Aesthetic Plastic Surgery, Online First, 2012.

Los artículos sobre culos en revistas de cirugía estética muestran gran número de fotografías de operaciones exitosas y de otras que no lo han sido tanto. No quiero rellenar esta entrada con estas últimas, pero me ha sorprendido lo complejas que son estas operaciones en muchos casos y las enormes cicatrices tras el postoperatorio (un vivo ejemplo es Sadri O. Sozer, Francisco J. Agullo, Humberto Palladino, «Spiral Lift: Medial and Lateral Thigh Lift with Buttock Lift and Augmentation,» Aesthetic Plastic Surgery 32: 120–125, 2008); supongo que habrá maneras de hacerlas desaparecer a posteriori, digo yo.

¿Por qué está aumentando el número de operaciones de glúteos en el mundo? Para mi sorpresa inicial, aunque bien pensado tienen razón, un artículo lo achaca al uso del tanga (tanto en bañadores como ropa interior) y al uso de ropa ajustada para marcar culo. Esta ropa expone y pone de relieve toda la «unidad estética de los glúteos» (en palabras de los autores). El culo de la imagen de arriba, extraída de dicho artículo, corresponde a una mujer de 32 años operada con una técnica que implanta pequeñas cantidades de grasa y en este caso solo se le inyectaron 175 mL de epinefrina disuelta al 1 por 1000 en una solución salina; yo no sabía que la epinefrina era el nombre DCI de lo adrenalina. Realmente no comprendo bien para qué se operó esta mujer, pero es el caso en el que menos inyectaron de todos los discutidos en el artículo técnico, por cierto, Thomas L. Roberts III, Luiz S. Toledo, Ana Zulmira Badin, «Augmentation of the Buttocks by Micro Fat Grafting,» Aesthetic Surgery Journal 21: 311-319, 2008.

Una cosa que me gustaría destacar en este artículo es que todas las operaciones no salen bien y que algunas tienen complicaciones, como el seroma, que requieren una segunda operación y un tratamiento adecuado. En la foto de arriba una mujer de 47 años recibió un implante de 350 ml de silicona que se complicó con un seroma (imágenes A y B); tres años y cinco meses después tuvo que volver al quirófano para ser operada de nuevo, le aspiraron el enorme seroma y le volvieron a implantar 300 ml; el resultado final quizás no es el que a ella le hubiera gustado. Estas imagen está extraída del artículo técnico de Raul Gonzalez, «Late Intracapsular Seroma in Subfascial Buttock Augmentation: A Case Report,» Aesthetic Plastic Surgery 30: 599-604, 2006.



6 Comentarios

  1. Al igual que en ArXiv hay dos tipos de científicos en los blog quizás también: los que buscan difundir su ciencia o la ciencia en general y los que echan mano de «cosas» para aumentar la audiencia. En el segundo caso aconsejo los siguientes posibles temas:

    – Labiaplastias y similares (con fotos)
    – Sobre la higiene del piercing de clítoris (con fotos)
    – Estudio sobre la dinámica de fluidos en la liposucciones (con fotos)
    – Cálculo de estructuras en el kamasutra (con fotos)
    – Resonancia magnética nuclear funcional durante el orgasmo (con fotos)
    – Revistas rosas y estudio de su impacto a través de grafos
    – Sexo en redes sociales
    – Se hallará antes el Higgs que la ocupación profesional de Paquirrín
    – ¿Es verdaderamente tan guapa la gente con foto en el perfil de Facebook?
    – Adelgace 10 kilos en una semana
    – La ciencia del horóscopo y de la homeopatía
    – Telepatía por neutrinos
    – Telepatía con el futuro usando neutrinos superlumínicos
    – Cocina molecular: friendo huevos con haces de muones

    Naturalmente va con ironía, pero espero que no lo lea un organizador de cursos de verano.

    1. Javier, en relación a la luz a 300 km/s en fibra óptica en 1995, quisiera recordar que en la actualidad lo que llaman luz lenta en fibra óptica ronda los 70.000 km/s (para bajar a 300 km/s hay que utilizar condensados de Bose-Einstein y técnicas de ultrafrío). Además, en fibra óptica la velocidad de la luz suele ser menor de 200.000 km/s (por que el índice refracción de la fibra rara vez es inferior a 1,5; siendo lo normal 1,62).

  2. Jo, francis, ¿Te aburres? ¿Una batería de tetas y culos? Mmmm

    Tú te lo has buscado.

    [1] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2816713/ Un gran clásico de PLoS one que podría ameritar un IgNobel si no fuera por el asunto de los murciélagos feladores/trices.

    y [2] http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0009042 La piedra filosofal de todo este asunto, hasta el punto de que el amor de mi vida y yo discutimos este artículo durante dos días por culpa de una ironía mal entendida.

    ¿Qué, ya estás satisfecho?

    Continúa con tus «colisiones», que es lo que me pone. XD un abrazo y perdona la broma 🙂

  3. Yo tampoco puedo comprender como mujeres tan jóvenes se ponen 2 implantes de silicona en los glúteos, me parece horroroso esas nalgas artificiales, podría aceptarlo en mujeres de 50 años para las que se les hace mas difícil aumentar los glúteos naturalmente, pero para mujeres jovenes si no les acepto la pereza. Sin embargo esa operación con pequeños implantes de grasa en los glúteos no esta nada mal, me parece que el resultado no es tan artificial como los implantes con silicona (que deberían estar prohibidos por su fealdad) aun así, pienso que el ejercicio es la mejor manera de lograr levantar unos glúteos naturales sin correr tanto riesgo y sin gastar tanto dinero.

  4. Si pusieramos en una balanza los benefcios y los riesgo de unaoperacion con implantes en glúteos ciertamente a mi juicio me parece que no vale la pena tomarlo, sobre todo si sabemos que estos implantes no son permanentes y que al termino de su vida útil sera necesario removerlos o substituirlos por unos nuevos. yo tomaria mejor el camino de obtener una mejora en el aspecto de mis gluteos por medio de tecnicas menos invasivas como los ejercicios y la dieta como medio para moldear un poco mi figura.

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