
Decía Carl Sagan (1934-1996) que «somos polvo de estrellas» porque los elementos pesados de nuestro cuerpo, como el magnesio, azufre, silicio, níquel, cobalto, hierro, etc., tienen su origen en las estrellas; cuando éstas explotan como supernovas se esparcen estos elementos pesados por doquier, alcanzan planetas como el nuestro y acaban en nuestro interior. ¿Podemos verificar estas ideas con la reciente supernova 1987A? Para los isótopos de larga vida, como 26Al y 60Fe, es fácil hacerlo (ya se publicó hace bastante tiempo). Sin embargo, para los isótopos de vida corta (o radioactivos), como 44Ti (vida media de 58 ± 10 años) y 60Co (vida media de 5,27 años), los análisis son mucho más complicados. En el caso del 44Ti podemos buscarlo en los restos (remanente), SNR 1987A; se publica en Nature esta observación utilizando rayos X duros gracias a INTEGRAL (International Gamma-Ray Astrophysics Laboratory). En concreto, se ha detectado la emisión en las líneas de 67,9 y 78,4-keV asociadas al 44Ti que se cree que se sintetizó durante la explosión; su masa se estima en (3,1 ± 0,8) × 10−4 masas solares. Esta cantidad es mayor de la esperada según las simulaciones numéricas de la nucleosíntesis durante la explosión, en un factor entre 1,5 y 2, por lo que se cree que se podido formar por una combustión incompleta del silicio expulsado durante la explosión (durante el pico de luminosidad se detectaron trazas de elementos hasta el calcio que se formaron dentro de la estrella). El artículo técnico es S. A. Grebenev, A. A. Lutovinov, S. S. Tsygankov, C. Winkler, «Hard-X-ray emission lines from the decay of 44Ti in the remnant of supernova 1987A,» Nature 490: 373–375, 18 October 2012.
No quepa la menor duda que la vida es producto del polvo de las estrellas. Lo cierto es que en alguna actualmente en nuestra Via Lactea se este formando vida,