Albert-László Barabási y su grupo han realizado un estudio bibliométrico de los últimos 110 años de Física. Para ello han usado las publicaciones en el Web of Science de Thomson Reuters. El número de artículos de Física ha pasado de unos 200 en el año 1900 a unos 200.000 en el año 2010; por cierto, el número total de artículos científicos ha pasado de unos 3000 en el año 1900 hasta más de un millón en el año 2010. En Física, este crecimiento exponencial ha venido acompañado por un incremento de la multidisciplinaridad.
La literatura científica en revistas de física era en torno al 4% del total hasta 1945, pasando a un 10% a partir de 1980 y manteniéndose constante desde entonces. La literatura física (incluida la publicada en revistas de otros ámbitos) ha seguido un patrón similar, creciendo desde el 6% en 1945 hasta un máximo del 18% en 1964, estabilizándose en un 12% a partir de 1980. La literatura física total representa alrededor del 22% de toda la literatura científica desde la década de 1980.
El artículo (de acceso gratuito) merece una buena lectura (sobre todo si eres físico): Roberta Sinatra et al., «A century of physics,» Nature Physics 11: 791–796, 05 Oct 2015, doi: 10.1038/nphys3494.
Parece una trivialidad, pero ¿cómo sabemos si un artículo es de física? Según el físico Sam Edwards la «física es lo que hacen los físicos.» Entre los años 1900 y 2012 se han publicado ~2,4 millones de artículos en las 242 revistas de Física según la clasificación del Web of Science (WoS). Por supuesto, en este número no se tienen en cuenta los artículos de física publicados en revistas de otras áreas (como Nature, Science u otras), muchos de ellos premiados con un Nobel de Física.
Hay que hilar más fino. Barabási y su grupo han usado el siguiente algoritmo. Un artículo en el WoS parece de física si el número de sus citas a artículos en revistas de física (según el WoS) es mayor que a artículos en otras áreas. El resultado son ~5,1 millones de artículos (potenciales) de física entre todos los artículos del WoS. Entre ellos hay unos ~3,2 millones de artículos que se distinguen por ser citados por artículos publicados en revistas de física y por tanto se pueden considerar indistinguibles de ellos.
El análisis de estos artículos indica que la tasa de crecimiento de la física es similar a la de la ciencia en general. El crecimiento es más notable a partir de la Segunda Guerra Mundial, tras la cual la literatura física se duplica cada 6,5 años. Este crecimiento se desaceleró después de 1970 hasta la tasa actual, la duplicación cada 18,7 años. Este fenómeno caracteriza a toda la literatura científica contenida en el WoS.
El número de artículos (en coautoría) por un físico era inferior a la unidad entre 1900 y 1995, pero ha crecido de forma muy pronunciada en los últimos 15 años. De hecho, el número de autores de los artículos ha aumentado al mismo ritmo que el número de trabajos. Por tanto, se puede concluir que el crecimiento de la literatura de física está impulsado sobre todo por el creciente número de autores.
El impacto (el número de citas recibidas por un artículo en los 10 años siguientes a su publicación) ha crecido de unas dos citas por artículo en 1900 a unas quince citas en 2000. Se observa un cambio importante en la forma de citar tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la edad media de las referencias citadas aumentó de forma dramática (quizás por los pocos trabajos publicados en el periodo bélico). La edad de las referencias alcanzó un mínimo en 1960 y luego creció de forma sostenida. Según Barabási y sus colegas la razón podría ser el sistema de revisión por pares (peer review); recuerda que antes de 1960 la mayoría de los artículos era aceptado con el único criterio del editor (o editores); por ejemplo, Nature empezó a usar el peer review en 1967.
Para dividir la física en áreas (subcampos) se ha usado la clasificación PACS (Physics and Astronomy Classification Scheme) de la Sociedad de Física Estadounidense (APS, por American Physical Society), que está disponible desde 1975 y solo se aplica al 5% de los artículos. Usando el sesgo del área de los artículos que citan a artículos anteriores se han podido clasificar la mayoría. En general las áreas son muy autocontenidas (los enlaces circulares en esta figura indican la proporción de citas dentro de cada área). Por ejemplo, en física de plasmas (GPE), física nuclear (NP) y en astrofísica (GAA) es 23 veces más probable que se cite a un artículo del área que a un artículo de cualquier otra área. Sin embargo, en otras áreas como física de la materia condensada (CM) y física general (GP) sólo se citan cuatro veces más los artículos del área que el resto de los artículos.
El impacto final de un artículo (durante su vida «útil») depende del área, siendo mayor en electromagnetismo (EOAHCF) y física interdisciplinar (IPR), donde se alcanza un impacto típico de más de 50 citas. También tienen una vida útil mucho mayor (T* = 11,74 y 14 años, resp.); quizás tienen mayor impacto gracias a su larga vida. En el otro extremo están los trabajos publicados en física de partículas (EPF) y física nuclear (NP) cuya vida útil no supera los 7 años y en consecuencia no superan mucho más de 30 citas durante su vida útil.
Lo que queda claro del análisis bibliométrico es que la física es muy heterogénea y que no se pueden comparar diferentes campos entre sí. Tanto el impacto como la longevidad de los artículos depende de la cultura propia de cada área (cómo interaccionen los científicos de dicha área). Hoy en día muchos descubrimientos fructíferos provienen de la polinización cruzada de diferentes campos. La física no es una excepción, aunque sus consecuencias no se observan en los análisis bibliométricos del pasado. Futuros estudios deberán estimar cómo acaba influyendo en la física de los próximas décadas y este siglo que acaba de comenzar.