James P. Allison (Univ. Texas, EE.UU.) y Tasuku Honjo (Univ. Kyoto, Japón) logran el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2018 por su terapia contra el cáncer usando la inhibición de la regulación del sistema inmune. Nuestro sistema inmune puede luchar contra los tumores, pero debe evitar atacar a las células propias. En 1991 se descubrió la proteína CTLA-4 en la superficie de los linfocitos T. En 1995 Allison (Univ. California, Berkeley) descubrió en esta proteína actúa como un freno para los linfocitos T activados para proteger a nuestras células. Gracias a un anticuerpo anti-CTLA-4 que se acopla a CTLA-4 se podía bloquear su función, permitiendo con ello que el sistema inmune ataque las células de los tumores. En 1992 Honjo (Univ. Kyoto, Japón) descubrió que la proteína PD-1 también se expresaba en la superficie de los linfocitos T, con una función muy similar a la de CTLA-4, pero operando con un mecanismo diferente. También se podía bloquear su acción con un anti-PD-1 y lograr una estrategia prometedora para luchar con el cáncer.
Los primeros resultados en ratones fueron espectaculares, por lo que toda la atención se dirigió al desarrollo de terapias de bloqueo de CTLA-4 (Allison) o PD-1 (Honjo) en humanos. Los primeros resultados de Allison aparecieron en 2010 en el tratamiento de los melanomas (un tipo de cáncer de piel), logrando la curación mediante inmunoterapia. Los resultados de Honjo en 2012 fueron más espectaculares pues demostraron la eficacia en el tratamiento de pacientes con diferentes tipos de cáncer. Lo más sorprendente es que en algunos pacientes se llegó a la cura completa del cáncer, incluyendo la destrucción de sus metástasis. Los éxitos fueron tan grandes que en 2013 la revista Science consideró esta la inmunoterapia oncológica como el breakthrough del año. Sin lugar a dudas, este es el hito que les llevó a la alfombra roja del Nobel.
El anuncio oficial (press release) de The Nobel Prize in Physiology or Medicine 2018; la información avanzada está en el Scientific Background. Los artículos más relevantes de los galardonados son T. Honjo et al. «Induced expression of PD-1, a novel member of the immunoglobulin gene superfamily, upon programmed cell death,» EMBO J. 11: 3887–3895 (1992), PMC556898; J. P. Allison et al. «Enhancement of antitumor immunity by CTLA-4 blockade,» Science: 271: 1734–1736 (1996), doi: 10.1126/science.271.5256.1734; J. P. Allison et al. «Manipulation of T cell costimulatory and inhibitory signals for immunotherapy of prostate cancer,» PNAS 94: 8099–8103 (1997), doi: 10.1073/pnas.94.15.8099; T. Honjo et al. «Development of Lupus-like Autoimmune Diseases by Disruption of the PD-1 gene encoding an ITIM motif-carrying immunoreceptor,» Immunity 11: 141–151 (1999), doi: 10.1016/S1074-7613(00)80089-8; T. Honjo et al. «Engagement of the PD-1 immunoinhibitory receptor by a novel B7 family member leads to negative regulation of lymphocyte activation,» J. Exp. Med. 192: 1027–1034 (2000), doi: 10.1084/jem.192.7.1027; J. P. Allison et al. «Biologic activity of cytotoxic T lymphocyte-associated antigen 4 antibody blockade in previously vaccinated metastatic melanoma and ovarian carcinoma patients,» PNAS 100: 4712-4717 (2003), doi: 10.1073/pnas.0830997100; y T. Honjo et al. «PD-1 blockade inhibits hematogenous spread of poorly immunogenic tumor cells by enhanced recruitment of effector T cells,» Int. Immunol. 17: 133–144 (2005), doi: 10.1093/intimm/dxh194.
La inmunoterapia basada en anticuerpos monoclonales que bloquean la actividad de moléculas co-inhibidoras de la respuesta inmune (immune checkpoints) como CTLA-4 (cytotoxic T-lymphocyte-associated protein-4) y ligandos de PD-1 (programmed death-1), ya es una realidad en la práctica clínica. En España, se encuentran aprobados por las agencias reguladoras y para financiación por el Sistema Nacional de Salud, ipilimumab (anticuerpos monoclonal anti-CTLA-4), y nivolumab y pembrolizumab (anticuerpos monoclonal anti-PD1). La terapia combinada anti-CTLA-4 y anti-PD1 ha superado en supervivencia a la quimioterapia estándar. Ahora bien, aún no se conoce la combinación óptima de anti-CTLA-4 y anti-PD1 para la mayoría de los cánceres. Todavía se requieren muchos esfuerzos para mejorar los resultados actuales.
Recomiendo la lectura del premiado Jesús Méndez, «Por qué la inmunoterapia contra el cáncer es el avance científico del año», Agencia SINC, 04 Feb 2014, y el reciente Antonio Martínez Ron, «Nobel de Medicina 2018 para la inmunoterapia contra el cáncer», Next, Voz Pópuli, 01 Oct 2018.
Gracias por la explicación! Y gran noticia por cierto, seguro los pacientes de cáncer se alegrarán mucho
De cierto que ahora si se contará con otra bala mágica. Esta vez con la cooperación de nuestros propios mecanismos de defensa.
Gracias por compartir la noticia.