Te recomiendo escuchar el episodio T0408, «Ciencia aplicada a la noche de Halloween», 27 oct 2021 [14:16 min.], del programa de radio “Ciencia para todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga” presentado por Esther Luque Doblas (y en algunas ocasiones Isabel Ladrón de Guevara), que se emite todos los jueves (hoy de forma excepcional se emitió un miércoles) en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:30. Enrique y yo hemos intervenido desde nuestras propias casas.
«El próximo domingo 31 de octubre será la noche de Halloween y nuestros científicos Francis Villatoro y Enrique Viguera han aprovechado el espacio semanal ‘Ciencia para Todos’ en Hoy por Hoy Málaga, para recomendar algunos experimentos científicos que se pueden realizar en familia la noche de Halloween. Experimentos que son sencillos, que tienen una base científica y que pueden ser un complemento perfecto para los atuendos de Halloween».
Escucha «Ciencia aplicada a la noche de Halloween», 27 oct 2021 [14:16 min.] en Play SER.
Esther: El próximo domingo 31 de octubre será la noche de Halloween, la Víspera de Todos los Santos en inglés (All Hallow’s Eve). Aunque llegó a Estados Unidos por la inmigración irlandesa en 1840, es desde 1920 desde cuando se celebra como una fiesta de disfraces para los niños y las niñas que recorren las casas de los vecinos en busca de caramelos al grito de “truco o trato”, una pésima traducción del “trick or treat”, que en inglés que significa algo así como “susto o golosina”. Enrique, Francis, qué os parece si provechamos que el lunes 1 de noviembre es festivo para recomendar algunos experimentos científicos para realizar en familia la noche de Halloween.
Enrique: «Me parece estupendo. Hay muchos experimentos que se pueden hacer aprovechando esta fiesta. Experimentos que son sencillos, que tienen una base científica y que pueden ser un complemento perfecto para los atuendos de Halloween. Por ejemplo… La Carta Fantasma. Necesitaremos buscar un voluntario, una persona que sea especialmente escéptica con los mensajes del más allá, porque le vamos a revelar uno de ellos. A esta persona le daremos un folio en blanco en el que previamente habremos escrito la frase que queramos –por ejemplo, “aquí hay fantasmas” con un pincel que hemos mojado en acetona, el líquido que se usa para quitar la pintura de las uñas. El folio aparecerá totalmente blanco una vez seco, pero a esta persona le pediremos que lo pinte con un algodón impregnado en yodo (betadine)… El resultado es que las letras quedarán en un color más oscuro que el resto del folio. Esto revelará el mensaje secreto».
Esther: Muchas familias dedican la tarde de Halloween a preparar calabazas con un rostro monstruoso. Se llaman Jack-o’-lantern (o farol de Jack) porque en Irlanda es costumbre colocar una vela encendida en su interior para proyectar sombras fantasmales. Francis, ¿alguna otra idea científica para decorar nuestras calabazas de Halloween?
Francis: «Para crear ambiente de Halloween, una atmósfera tenebrosa, en lugar de usar una vela dentro de la calabaza podemos crear una bruma artificial usando hielo seco, también llamado hielo carbónico, que es dióxido de carbono (CO2) sólido y que se puede comprar en algunos proveedores. Se pueden introducir bolitas de hielo carbónico en un recipiente al que le añadimos un poco de agua, inmediatamente el agua se sublima y se pasa del estado sólido al gaseoso, formando una nube densa. Si lo metemos dentro de la calabaza de Halloween lograremos una atmósfera de terror para disfrutar en familia. Eso sí, hay que tener cuidado porque el hielo carbónico está a −78.5 º Celsius; estas temperaturas bajo cero nos pueden producir quemaduras por frío o congelación. Por ello siempre debe ser manipulado por un adulto que use guantes aislantes, gafas de seguridad y pinzas».
Enrique: «Y aprovechando que tenemos hielo seco, ese hielo carbónico, podemos hacer una fuente de espuma. Para ello tomaremos un vaso alargado que llenaremos en tres cuartas partes con agua. En un momento determinado y sin que nos vean –porque ya han hecho el experimento anterior–, le añadimos un poco de detergente del que usamos para limpiar los platos. Posteriormente hacemos como antes y le añadimos las bolitas de hielo seco y la diferencia es que ahora se producirá una enorme cantidad de espuma».
Francis: «Enrique, no sé si padres y madres van a protestar por tantos experimentos con hielo seco, pero con hielo carbónico también podemos hacer una fuente de espuma con un poco de vinagre del que se usa para limpiar, que es transparente, apenas huele y se vende en droguerías, y bicarbonato sódico, del que solemos tener en las cocinas. En un vaso alargado tipo tubo (si los profesores hacen este experimento en su laboratorio del colegio pueden usar una probeta) añadimos el vinagre y posteriormente le añadimos el bicarbonato sódico, produciéndose una reacción química en la que se desprende espuma con burbujas de CO2. Si además le añadimos colorantes alimentarios, podemos formar fuentes de colores en el experimento».
Enrique: «Y si metemos el vinagre en una botella y el bicarbonato dentro de un globo y éste lo acoplamos a la boca de la botella, se inflará inmediatamente el globo, lo que nos permitirá adornar la casa con globos de colores».
Esther: A muchas madres y padres les dará miedo manipular el hielo seco delante de sus peques. Francis, ¿no hay ninguna alternativa menos peligrosa para generar espuma para el interior de la calabaza de Halloween?
Francis: «Por desgracia, Esther, los productos que generan espumas en gran cantidad suelen ser tóxico y nunca debe ser manipulado por los niños y las niñas: siempre deben ser manipulados por adultos, con guantes y con gafas de seguridad; sobre todo porque queremos enseñar a los más pequeños de la casa que hay que extremar las precauciones con este tipo de productos y a manipularlos con seguridad».
«Volviendo al tema de la espuma en las calabazas de Halloween, podemos hacer una preciosa espuma de color verde usando agua oxigenada, jabón de lavavajillas y colorante en el interior de la calabaza de Halloween. Para producir la espuma tenemos que añadir un producto químico, yoduro de potasio, que genera mucho oxígeno y que al entrar en contacto con el jabón produce una espuma de color verde. Eso sí, el yoduro de potasio debe ser manipulado por un adulto».
Esther: «Enrique, se nota que la química es lo tuyo. Francis, ¿no hay experimentos con menos química que puedan entretener a los más pequeños durante un buen rato?»
Francis: «Para entretener a los más pequeños lo mejor es ponerlos a hacer recortables y dibujar. Podemos ponerlos a recortar unos fantasmitas en papel, a los que añadirán ojos, boca y trazos como de tela; los dejaremos tumbados en la mesa, para a continuación tomar un globo lleno de aire, que frotamos contra un jersey de forma que lo electrizamos (lo cargamos con carga negativa). Así el globo atraerá al papel y ahora sólo nos queda contar la historia de terror con fantasmas que nos plazca. Los más peques se lo pasarán de miedo».
Enrique: «Y si queremos terminar de asustarlos, podemos hacer el experimento del fantasma en una botella. Tomamos un dedo de un guante, de esos que tenemos en casa que no usamos, lo dibujamos con una cara de fantasma y lo introducimos en una botella llena completamente. Si ahora presionamos la botella, entra agua en el dedo, aumenta su peso y se hunde. Al dejar de apretar, sale agua del dedo, el aire recupera el volumen inicial y sube a la superficie. Si lo adornamos con que es un sistema para saber si dice o no la verdad, tenemos el éxito asegurado».
Esther: Enrique, este viernes se inician los Encuentros con la Ciencia en el Ámbito Cultural del Corte Inglés, …
Enrique: El gran divulgador Eugenio Manual Fernández Aguilar nos presentará su apasionante libro «Los renglones torcidos de la ciencia» este viernes 29 de octubre a las 19:30, acompañado de Germán Bernal de Planeta Explora y un servidor. No se lo pierdan, nos lo paseremos en grande. [En este blog recomiendo mi reseña ««Los renglones torcidos de la ciencia» de Eugenio M. Fernández Aguilar», LCMF, 23 nov 2020. «Una obra muy personal en todos los sentidos; dos libros en uno, aunque el segundo por su brevedad casi se reduce a un solo capítulo. Ambos nos muestran el amor del autor por la historia de la ciencia. El segundo libro se centra en la historia de la tecnología PET con ciertas notas al pie de carácter histórico; el primer libro divaga sobre la historia de la ciencia para apoyar las notas al pie del segundo libro. La mejor aproximación a este libro es ponerse a disfrutar del estilo literario del autor, que fluye a buen ritmo y acabará agradando a casi todos los lectores. Por ello te recomiendo este libro, sobre todo si te gustan las anécdotas de la historia de la ciencia».
Esther: [Despedida y cierre].