Traducción libre «adornada» del artículo de Diana S. Dabby, «Creating Musical Variation,» Science, Vol. 320. no. 5872, pp. 62 – 63, 4 April 2008.
Mozart necesitaba dinero. Recurrió a su amigo Michael Puchberg, quien se hizo de rogar. Hasta 21 cartas le envió entre 1788 y 1791, en las que se presentan hasta 24 variantes de la súplica «Amigo, me puedes prestar un céntimo?». Mozart trataba con estas variaciones de lograr que su obra fuera del gusto de su «amigo». Es un ejemplo perfecto de las llamadas variaciones musicales muy típicas en el s. XVIII, con exponentes tan importants como Haydn. Sobre un tema melódico de base se introducen múltiples «adornos» que lo enriquecen y le añaden complejidad. Arnold Schoenberg, uno de los grandes músicos del s. XX, definió las variaciones como «repetición en la que el algunas cosas se cambian pero el resto se mantienen». Por ejemplo, 4 notas, de la misma duración, se pueden variar con alteraciones de ritmo, añadiendo notas vecinas, cambiando el orden de las notas, etc.
La moderna música disco y sus variantes nos muestran un gran número de ejemplos de variaciones. La música House parte de una muestra (sampling) de un disco anterior al que someten a múltiples transformaciones utilizando instrumentos electrónicos. Por ejemplo, French Kiss, del DJ Lil’Louis, la primera canción house que vendió un millón de copias en el mundo.
Pero desde el punto de vista de la música «clásica» (sus aficionados a veces la llaman «culta») el gran revolucionario del s.XX antecesor de la moderna música electrónica es sin lugar a dudas John Cage, que rompió con toda la tradición permitiendo variaciones que hoy en día llamaríamos «cáoticas»: La partitura de la obra permite que el intérprete varíe, reordene, «decida» durante la ejecución. Cada obra es única.
Las técnicas matemáticas del caos permite «recrear» (o «interpretar») este tipo de de obras mostrando todo un nuevo universo musical. Si la partitura de la obra viene descrita por un sistema dinámico caótico, sensible a las condiciones iniciales o a ciertos parámetros de tal forma que pequeñas variaciones de éstos conducen a grandes variaciones en la obra, estas perturbaciones durante la ejecución de la misma hacen que cada interpretación sea necesariamente única. Estas infinitas variaciones enriquecen la obra (cual la interpretación del jazz se enriquece gracias a las improvisaciones de sus intérpretes).
La autora del artículo, Diana Dabby, del Departmento de Ingeniería Eléctrica del MIT nos muestra algunas variaciones caóticas sobre una obra de Bach en el siguiente video de youtube.
Esto me ha hecho recordar la lectura hace unos años de «Gödel, Escher, Bach. Un Eterno y Gracil Bucle», de Hofstadter, donde entre otras muuuuuuchas cosas habla de las variaciones en la obra de Bach.
Para emular a dicho libro, permíteme una sugerencia en la misma linea: la música de Risset. Este músico creó unas escalas músicales en las que variando ciertos parámetros ( Altura tonal, etc) consigue efectos parecidos al «ascending-descending» de Escher, musica que parece que siempre sube y nunca deja de hacerlo ( Me suena que uno de los titulos donde lo hacía era «mutations», pero no estoy seguro). A esto se le suele llamar paradoja de Shepard o de Risset.
Un ejemplo, en :
http://www.exploratorium.edu/exhibits/highest_note/ex.about.fr.html
Respecto al comentario sobre la interpretación, creo que R. López de Mántaras sigue trabajando en aspectos de como conseguir una interpretación lo más realista posible de la música sintética mediante la aplicación de técnicas de Inteligencia Artificial. Hace unos años tenía en su página web algunas grabaciones realizadas con esas técnicas en las que efectivamente se podían apreciar sutiles variaciones de interpretación, tal como si fuese un concertista de jazz.
Saludos.
El libro de Hofstadter, referencia indiscutible de muchas cosas… libro de petete de muchos. No quise mencionarlo explícitamente. Para los interesados: Ramón López de Mantaras, no lo conocía.
De su página copio: Expressive jazz ballads: EXAMPLE 1: compare the inexpressive input and the resulting computer-generated expressive performance of the famous «Autumn Leaves» ballad. EXAMPLE 2: listen to the resulting computer-generated joyful and sad versions of «All of Me» and compare them to the inexpressive input.
No soy gran aficionado al jazz (sólo a los clásicos) pero me resultan ejemplos «muy maquinales», pero no están nada mal si los ha generado un ordenador. Gracias por la referencia.