Eurovision: La opinión de los expertos versus la opinión del público (o cómo lograr que algún día gane España)

Por Francisco R. Villatoro, el 26 mayo, 2008. Categoría(s): Matemáticas • Noticias • Personajes • Televisión

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El puesto 16 para España en Eurovisión, ¿es el mejor puesto posible? ¿Puede España alcanzar un puesto mejor con el nuevo sistema de votaciones vía SMS del eurofestival. ¿Debería España hacer como Italia y «abandonar» el festival? Obviamente RTVE es la gran ganadora del festival (casi 14 millones de espectadores vieron la actuación de Chikilicuatre en La 1). La 53 edición marcó más de 9,3 millones de fieles seguidores desde las 21:00 hasta las 00:17 horas de la noche (9.336.000). La cadena registró una impresionante cuota de pantalla del 59,3% durante algo más de 3 horas.

Muchas voces reclaman que un jurado técnico (si no substituyendo al jurado SMS público, al menos complementándolo) es una necesidad para revitalizar al festival y lograr que vuelva a sus mejores tiempos. ¿No está ahora en sus mejores tiempos (minuto de oro del día, 22:35: 13.873.000 y 78,1%)?

Se lleva discutiendo muchos siglos (desde «La República» de Platón) si sólo los expertos deben juzgar la calidad de las obras de arte o de los productos culturales, o si por el contrario podemos confiar en los gustos del público general. El artículo de MARCO A. HAAN, S. GERHARD DIJKSTRA and PETER T. DIJKSTRA, «Expert Judgment Versus Public Opinion – Evidence from the Eurovision Song Contest,» Journal of Cultural Economics, 29: 59-78, 2005, trata de contestar a esta pregunta utilizando el Concurso de la Canción de Eurovisión. Los autores muestran que el juicio de los expertos es mucho menos sensible que el público llano a factores no relacionados con la calidad (como todo el mundo sabe). Aunque el estudio también muestra que el juicio de los expertos también depende de dichos factores (al menos empíricamente en las finales de Eurovisión). Os recuerdo que este concurso de la European Broadcasting Union (EBU) hasta 1998 solicitaba de cada país un un jurado de «expertos», pero desde entonces en la mayoría de los países se implantó la elección mediante un «jurado popular» (comercialmente más rentable). Os recuerdo también que desde 1960 hasta 1998, los miembros del jurado podían oir las canciones antes del festival, pero no ver su interpretación. Hasta 1998, la ejecución en directo en el Festival sólo podía utilizar la música interpretada por la orquesta sinfónica que el país organizador seleccionaba. El «televoto» fue introducido en 1998 consiste en que cada ciudadano de los 43 países miembros de la EBU que participan en el Festival (aunque no estén en los 25 de la final) realiza una llamada telefónica o envía un SMS con su voto (cada hogar sólo puede enviar 3 votos).

Los autores del artículo han estudiado todos los festivales con jurado «técnico» desde 1957-1997 y los que utilizaron televoto entre 1998-2002 (pero no a todos los países, por ejemplo, España no ha sido tenido en cuenta, pero sí Portugal). Si el jurado técnico tomara la decisión en términos de méritos de calidad de la canción exclusivamente, el resultado final sería completamente independiente del orden de aparición del cantante (aleatorio). Evidentemente, todo el mundo sabe que este no es el caso. El estudio estadístico muestra claramente este hecho, resultando que una canción que aparece al final tiene un 12% más de posibilidades de ganar que una que aparece al principio. Sólo se salvan los primeros entre los primeros (o los últimos entre los últimos) que tienen una posición final mejor de la que estadísticamente se esperaría para los primeros (o los últimos). Este resultado se ha comprobado en muchos otros concursos de canciones o musicales. Aparentemente, cualquier jurado recuerda mejor las últimas interpretaciones, aunque las primeras también «resuenan» en la mente.

La primera conclusión interesante del artículo es que el orden de aparición afecta más al voto del público que al de los expertos.  El análisis de regresión realizado lo muestra claramente (ver figura 1 del artículo). La conclusión más importante del estudio es que sin ambigüedad estadística los expertos juzgan mejor la calidad que el público en general (les afectan menos factores externos como el orden en que se concursa). Aunque, por supuesto, su juicio no es perfecto.

El tema de Eurovisión dárá más que hablar en este blog. Lo prometo.

A bote pronto se me ocurre una barbaridad. Una posibilidad para que España gane quizás sea que España «deje de ser» España y se convierta en una República de Comunidades Autónomas (similar a la ex-Yugoslavia o la ex-Repúblicas Soviéticas). En este caso, nuestras Autonomías lograrían que ganara una de nuestras Televisiones Autonómicas y España reinaría el festival. A muchos no gustará esta idea.

Otra propuesta descabellada. ¿Has votado en Eurovisión? Probablemente no. ¿Por qué? Porque no eres emigrante. Los países que tienen muchos emigrantes, pongamos de Rumanía, votan preferentemente a Rumanía (a quién se ha votado más en España). Claramente ganan los países que tienen más emigrantes. Otra posibilidad para que volvamos a ganar es que emigremos… o que nos vayamos de vacaciones por Europa el día de la votación. ¿Qué tal visitar Moscú el año que viene?

 

 



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