2008 Ig Nobel, Paz: La dignidad y los sentimientos de nuestras amigas las plantas

Por Francisco R. Villatoro, el 8 octubre, 2008. Categoría(s): Música • Noticias • Política

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«La aventura de las plantas» era una serie documental cuya banda sonora fue compuesta por Joël Fajerman. Era un sonido «new age» mucho antes de que este tipo de música fuera calificada así. Confieso que me gustaba la música electrónica (y me sigue gustando, pero ya sólo los «clásicos») y me compré la BSO para poder disfrutarla.

La experiencia de muchos horticultores y aficionados a la jardinería indica que el crecimiento y la salud de las plantas se ve influida por la música. Las plantas son seres vivos que responden al ambiente en el que crecen. Un ambiente relajado (con música clásica) les va mejor que un ambiente «ruidoso» (con música rock), como han probado ciertos estudios. ¿Tienen sentimientos las plantas? ¿Debemos respetar a las plantas como seres vivos?

Los suizos están avanzados en muchas cosas, por ejemplo, en promulgar los derechos de las plantas. El Comité Ético Federal Suizo en Biotecnología No-Humana (Swiss Federal Ethics Committee on Non-Human Biotechnology, ECNH) y con él los ciudadanos suizos han adoptado el principio legal de que las plantas tienen dignidad, que ha de ser respetada por todos, como seres vivos que son. El documento resumen «The Dignity of Living Beings With Regard to Plants. Moral Consideration of Plants for Their Own Sake» está muy bien ilustrado y merece la pena leerlo. Aunque sólo sea por curiosidad.

Algunos puntos expuestos en el documentos son los siguientes: 1. Los miembros del Comité consideran que dañar arbitrariamente (sin causa) a las plantas es moralmente no permisible. Por ejemplo, cortar una flor a una planta en la calle sin razón racional. 2. Los dueños de las plantas no son dueños absolutos de ellas (por razones morales, como no lo somos de nuestros hijos). 3. La modificación genética de las plantas debe realizarse bajo límites bioéticos bien consensuados, sólo permisible si es para preservar su biodiversidad. 4. No se pueden patentar plantas, ya que viola su dignidad.

Tenemos que alimentarnos de las plantas, pero también lo hacemos de las vacas o de los cerdos. Debemos respetar la dignidad de estos seres vivos que comparten con nosotros el viaje de la Tierra por los confines del Universo.

Nota: Por cierto, nunca he entendido los Premios Nobel de la Paz y tampoco los Premios Ig Nobel de la Paz. Supongo que serán necesarios, pero el beneficio que de ellos hacen «personajes» como Al Gore no es de mi agrado (aunque lo será de muchos de vosotros, lo siento por disentir). Este es el último Premio Ig Nobel que me queda por comentar. Ya no os daré más la barrila con estos premios, hasta el próximo año.



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