Cuidado si tienes un coautor joven, puede meter la gamba y lo pagarás caro

Por Francisco R. Villatoro, el 1 agosto, 2009. Categoría(s): Ciencia • Factor de impacto (Impact factor) • Noticias • Peer Review (Revisión por pares) • Personajes • Prensa rosa • Science ✎ 7

Dibujo20090801_sperm_cells_from_stem_cells_paper_retracted_by_chief_editorHazlo bien. Cuida mucho los artículos que firmas como coautor.  Revísalos con sumo cuidado, sobre todo si los ha escrito uno de los coautores más jóvenes. Que no te pase lo que al Dr. Karim Nayernia de la Universidad de Newcastle, Gran Bretaña. Uno de los mejores trabajos científicos del año tirado directamente a la basura. O casi. Su mejor trabajo científico de los últimos años fue escrito (quizás solo en parte) por Jae Ho Lee, un joven postdoc que plagió dos párrafos de la introducción de otro artículo. El resto, impecable. El editor detectó el plagio en las pruebas y le solicitó a Nayernia una segunda versión. La envió pero no sirvió de nada, la decisión del editor ya había sido tomada. Graham Parker, editor principal del Journal Stem Cells and Development, retractó su artículo. Publicado online antes de las pruebas finales hace 3 semanas, ha copado titulares de prensa científica por todo el mundo (hasta Nature se hizo eco de la noticia). La cuestión es simple: es suficiente razón para retractar este trabajo científico titulado «In Vitro Derivation of Human Sperm from Embryonic Stem Cells,» el que dos párrafos de la introducción hayan sido copiados (plagiados) de un artículo de revisión de M.C. Nagano titulado «In vitro gamete derivation from pluripotent stem cells: progress and perspective,» aparecido en Biology of Reproduction. La polémica está servida como nos cuenta Alison Abbott en «Editor retracts sperm-creation paper. Plagiarism accusation hits stem-cell research,» News, Nature, Published online 30 July 2009. Recomiendo los comentarios a esta noticia (algunos han sido borrados por el moderador).

Estas cosas pasan porque en la era de Internet los artículos aparecen en la web «antes de tiempo.» Un artículo no es un preprint aceptado. Tiene que pasar por el proceso de pruebas (proofs) en el que se pueden incluir cambios (en el título, autores, agradecimientos, resumen, contenidos, etc.) a discreción del editor y los autores. El problema con el artículo de Karim Nayernia fue detectado en la primera versión de las pruebas. El editor le informó del problema. Nayernia informó al editor que dichos dos párrafos «plagiados» habían sido un error y ofreció una segunda versión de las pruebas que no incurrió en flagrante error. Pero Graham Parker no dio su brazo a torcer. Afirma que aunque ese sea el único problema del artículo (los que lo han podido leer y entienden del tema así lo afirman), no puede ser publicado porque indica que ha habido un comportamiento malintencionado por parte de los autores. Algo completamente intolerable.

Obviamente, Nayernia ha enviado el artículo a otra revista, eliminando el nombre de Jae Ho Lee como primer autor y poniendo el suyo en su lugar. Menor índice de impacto para el CV. ¿Realmente importa tanto el índice de impacto de un artículo que ya es mediático? ¿Le aceptarán el artículo en la nueva revista? ¿Habrá cambiado también el título? ¿Rechazarán uno de los grandes trabajos del año en células madre solo por este revuelo mediático en torno al plagio? ¿Acabará el artículo publicado en Nature Precedings sin índice de impacto porque Nayernia estuvo demasiado ocupado como para revisar en detalle un artículo de uno de sus postdoc?

Los autores senior tienen una obligación con los autores más jóvenes (sean graduados o postdocs). No solo les tienen que enseñar a investigar con calidad, también a escribir artículos con calidad. El respeto a la escritura, al arte de la escritura. Pero ello requiere tiempo. Y los seniors, siempre muy ocupados con labores de gestión, tienen poco tiempo. Muy poco tiempo. Servirá este caso para que se apliquen el parche… quien sabe.



7 Comentarios

  1. Es una de tantas cosas que uno descubre cuando inicia su carrera de investigación en la universidad. Especialmente en España. Uno está demasiado solo demasiado tiempo. No se hacen reuniones periódicas de supervisión del trabajo propio, no hay sesiones de puesta en común de los trabajos de investigación de todo el grupo, no hay programadas sesiones de control por parte del investigador «senior»… lo de que enseñen a redactar un artículo para una revista, ya sería todo un lujazo. Lo que sí sobra son nombres que se acoplan a una publicación, hasta en el más estúpido «paper» enviado al mayor de los periféricos congresos del tema.

    Claro que mi experiencia data de la última década del siglo pasado. Supongo que hoy habrá cambiado todo un poco.

  2. Hubo un cierto debate en Nature en relación a esto hace algún tiempo, ya que parece que es una práctica bastante común entre investigadores de según que países. El argumento que alguien -de Turquía si no recuerdo mal- dio es que para los que no son angloparlantes nativos, y en particular para los que por motivos idiomáticos el inglés se hace muy difícil (algunos asiáticos por ejemplo), tomar algunas frases introductorias de otros artículos no es algo tan grave, y no socava la validez del paper, si las ideas, experimentos, análisis, etc. sí son totalmente originales y correctas. La verdad es su punto de vista no es totalmente irrazonable, y la solución propuesta por los autores no era del todo mala. Eso no quita que el autor senior deba revisar mejor el trabajo del doctorando o postdoc (aunque no sé si en este caso hubiera servido para darse cuenta del problema, que no es trivial de detectar).

    1. Carlos, te refieres al caso de los físicos turcos que trabajaban en la teoría de la gravedad de Møller y que debido a que su inglés era malo pero necesitaban publicar, se dedicaban a plagiar ciertas partes de artículos «clásicos» sobre esta teoría (que por cierto, mucha gente desconoce). Además, también se plagiaban entre ellos formando una red de autores, revisores y especialistas ¿ficticios? que lograban publicar artículos en revistas impactadas.

      Nos contó el caso Geoff Brumfiel «Turkish physicists face accusations of plagiarism,» News, Nature 449: 8, 6 September 2007. Traduzco del resumen: «Más de 12 físicos teóricos de 4 universidades turcas posibles involucrados en un escándalo de plagio masivo. Más de 70 artículos de 15 autores han sido borrados del servidor ArXiv.»

      ¿Cuál fue el problema? Cuando el autor de la mayoría de los artículos (40), Mustafa Salti, y otro de los autores Oktay Aydogdu defendieron su tesis doctoral en física gravitatoria el tribunal los fusiló a preguntas y resultó que ni siquiera sabían lo más mínimo de la gravedad de Newton, según el Dr. Özgür Sariolu, que estaba en el tribunal. Sariolu sospechó y junto a su colega Aye Karasu buscó los artículos de estos jóvenes investigadores para descubrir como resultado el ¿posible? plagio. Se lo comunicaron a Paul Ginsparg, responsable máximo de ArXiv, que actuó borrando los susodichos artículos.

      Salti, dijo que eran acusaciones «ridículas» ya que la «mayoría de los papers se han publicado en revistas con índice de impacto y ninguno ha sido calificado de plagio.»

      Unas semanas más tarde, Ihsan Yilmaz afirmó en «Plagiarism? No, we’re just borrowing better English,» Correspondence, Nature 449: 658, 11 October 2007, que las acusaciones de plagio hechas a él y sus colegas eran injustas. Para los que no tienen el inglés como lengua materna, el uso de «bellas frases» extraídas de otros estudios no es inusual en la introducción (literalmente «For those of us whose mother tongue is not English, using beautiful sentences from other studies on the same subject in our introductions is not unusual«). Yilmaz también afirmó que un análisis similar de otros artículos seguramente encontraría pautas similares. Él siempre cita las fuentes originales de dichas citas, aunque a veces puede haber «olvidado» alguna. «Incluso si sus introducciones no son originales ello no quiere decir que su trabajo científico no lo sea» (literalmente «Even if our introductions are not entirely original, our results are«).

  3. Y pobre!!! el flaco no la tenía clara con el ingles y copio y pego, hay que ser gil, jejejeje.
    Muy mal lo de copy paste, además era un postdoc no era la primera vez que escribía un paper (o al menos no debería haber sido su primera vez, sino como se doctoro?).
    Respecto a lo que decis del factor de Impacto. Eso solo sirve para los burocratas, el factor de impacto no sirve para casi nada, y menos que menos para evaluar personas. Es una medida promedio de la revista (e incluso es incomparable entre disciplinas), en fin esas cosas que todo el mundo usa a pesar de saber que está mal.

  4. No es por quitar hierro al asunto, pero creo que no es para tanto (y ojo, que no apruebo el plagio en absoluto). Si el artículo es bueno, y no ha incurrido en prácticas maliciosas como la introducción de resultados falsos y demás, creo que los autores deberían tener la oportunidad de rectificar. Más cuando en determinadas áreas es posible encontrar MUCHOS ARTÍCULOS con introducciones similares (misma estructura, citas y sentido del texto, aunque distintas frases) que uno generalmente opta por saltarse para ir directamente al material y métodos.

    Eso sí, como dice «aloctavodia», tiene delito que un «posdoc», que ya tiene un amplio periodo de formación, incurra en un error de esas características.

    Las introducciones siempre son lo que más cuestan (a mí al menos…en realidad me cuesta todo el proceso, pero eso es otra historia), porque es difícil plantear algo novedoso en áreas de investigación que ya están muy trilladas. Y si optas por citar autores menos conocidos, te «cascan».

    Alguien decía por ahí que «plagiar es copiar de uno; investigar es copiar de varios», y no falta razón. Cualquier artículo promedio es una síntesis de ideas de otros autores que enmarcan un nuevo hallazgo más o menos interesante.

    Creo que para la gran mayoría de los investigadores (me incluyo, el primero) resulta muy difícil escribir artículos relevantes y originales, algo reservado a los investigadores con verdadero talento.

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