Dos astrónomos aficionados, uno en Australia, el otro en Filipinas, filmaron en vídeo el impacto de un meteorito en Júpiter la noche del 10 de junio de 2010 (noticia en Menéame). Anthony Wesley (Camberra, Australia) observaba Júpiter con su telescopio de 15 pulgadas (37 cm), equipado con un filtro rojo y una webcam cuando capturó el impacto repentino de un meteorito en la superficie de Júpiter. Carlos Go, a 5000 kilómetros de distancia, en Filipinas, filmó dicho evento con un telescopio de 11 pulgadas (28 cm) equipado con un filtro azul y otra webcam. El astrónomo español Ricardo Hueso (Universidad del País Vasco) y sus colegas han realizado un análisis de las imágenes de ambos vídeos que indica que el objeto que impactó en Júpiter era pequeño: no más de 13 metros de diámetro y con un peso de menos de 2.000 toneladas. Cuando la noticia del impacto se difundió por los medios, los astrónomos profesionales utilizaron los telescopios más grandes del mundo para observar el impacto (Keck en Hawai, VLT en Chile, incluso el telescopio espacial Hubble), pero ninguno observó nada. Ninguna señal espectroscópica debida al meteorito. El meteorito era demasiado pequeño para dejar una señal visible (más allá de unos segundos después del impacto). Nos lo cuenta KentuckyFC, «How to Record Videos of Meteor Impacts on Jupiter,» The Physics ArXiv Blog, September 13, 2010, haciéndose eco del artículo técnico de R. Hueso et al., «First Earth-based Detection of a Superbolide on Jupiter,» The Astrophysical Journal Letters, 721: L129, 2010 (gratis en ArXiv, 9 Sep 2010).
Cada día el papel de los astrónomos aficionados es más importantes en la astronomía profesional. Los grandes telescopios no tienen tiempo para grabar lo que sucede en la atmósfera de Júpiter de forma continua. Hasta hace poco los aficionados no podían grabar lo que observaban al telescopio. Los tiempos han cambiado y muchos aficionados se dedican a la astrofotografía digital y utilizan webcams de alta sensibilidad para grabar sus observaciones, cada día más baratas. Los astrónomos aficionados pueden hacer cosas fuera del alcance de los profesionales. Mientras Ricardo Hueso y sus colegas estaban escribiendo el artículo técnico, un astrónomo aficionado japonés grabó otro impacto en Júpiter el 20 de agosto (noticia en Menéame).
Confiemos que la honestidad siga enhiesta. Porque las manipulaciones son más fáciles de hacer. Por supuesto, mi comentario es más bien como «abogado del Diablo».