Te recomiendo escuchar el episodio T06E09, «¿Cuáles son las causas psicológicas que influyen para que las personas no quieran vacunarse?», 23 ene 2024 [14:34 min], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presenta Esther Luque Doblas (o en alguna ocasión Isabel Ladrón de Guevara), se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.
Entrevistamos a la doctora Helena Matute, del Laboratorio de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto en Bilbao, y al doctor Pedro Cobos, del Grupo de investigación de Cognición Causal de la Facultad de Psicología de la UMA. Helena ha visitado el grupo de investigación de Pedro para preparar una serie de experimentos psicológicos sobre la tolerancia a la incertidumbre.
Puedes escuchar el episodio en Play SER, «¿Cuáles son las causas psicológicas que influyen para que las personas no quieran vacunarse?», 23 ene 2024 [14:34 min].
Esther: La cobertura de vacunación antigripal en España ha registrado este invierno la tasa más baja de los últimos cuatro años. La vacunación antigripal en mayores de 65 años, la población más vulnerable al virus, salva muchas vidas. Por ello parece necesario conocer las razones que pueden explicar esta bajada de la tasa de vacunación, un tema en el que la Psicología puede aportar información relevante. Enrique, Francis, ¿qué nos podéis comentar sobre este tema?
Enrique: La tasa de vacunación antigripal recomendada por las autoridades sanitarias es de al menos el 75 % para los mayores de 65 años, pero en Andalucía esta temporada solo se ha alcanzado un 62 %. Además, la campaña de vacunación infantil entre menores de 5 años también ha fracasado, con porcentajes que rondan el 30 %. Un grave problema ya que el virus influenza de la gripe se propaga sobre todo entre los niños, que se lo contagian a sus familias, incluidos los mayores más vulnerables. Y todo esto se une al escaso uso de las mascarillas entre las personas con síntomas. Una confluencia de factores que ha colapsado las urgencias de muchos centros de salud.
Los expertos reconocen que hay muchas causas detrás de las bajas tasas de vacunación antigripal, una cuestión en la que influyen muchos factores. Una causa es la baja percepción de riesgo en la población debido a la circulación atípica del virus de la gripe en los inviernos pandémicos, en los que el uso de mascarillas tuvo bajo control al virus. Otra causa puede ser un posible cansancio vacunal tras la vuelta a la normalidad después de la pandemia de Covid. Pero pueden haber influido muchos otros factores, como cierta relajación de las autoridades sanitarias a la hora de recomendar la vacunación antigripal. «Recordemos, los virus mutan. Sea el que sea el efecto que hayan podido tener el año anterior, no debemos olvidar que puede venir una variante mucho más agresiva este año».
Francis: Las causas detrás de los comportamientos de las personas son estudiadas por la psicología cognitiva. Uno de dichos comportamientos es el de evitación, la tendencia de las personas a evitar situaciones, estímulos o información que les cause ansiedad, miedo o malestar. Ninguna persona sabe si tras vacunarse va a tener algún efecto secundario. Las estadísticas pueden decir que la probabilidad es muy baja. Pero esto es como la lotería, pero al revés; ninguna persona sabe si le tocará a ella padecer los síntomas secundarios de las vacunas. Además, la información que respalda la eficacia y seguridad de las vacunas suele ser difícil de entender para las personas que no tienen formación científica, con lo que genera una incertidumbre adicional que conduce a una tendencia en contra de las vacunas.
Toda la incertidumbre que rodea a tratamientos sanitarios y a la evolución de las enfermedades puede ser causa de que muchas personas sean afines a los movimientos antivacunas. En el caso de la gripe, todos los años los expertos afirman que se desconoce cómo progresará la temporada de gripe, si será más fuerte o más débil que la temporada anterior. El comportamiento de evitación de muchas personas podría explicar un porcentaje significativo de las personas que hacen oídos sordos a las campañas de vacunación.
Esther: Hoy contamos con la presencia de dos expertos en Psicología Cognitiva que están colaborando para dilucidar el impacto del comportamiento de evitación en el movimiento antivacunas. El doctor Pedro Cobos, del Grupo de investigación de Cognición Causal de la Facultad de Psicología de la UMA, y la doctora Helena Matute, del Laboratorio de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto en Bilbao. [Saludos] La Dra. Matute ha visitado la UMA durante tres meses para preparar una serie de experimentos que desvelen si el comportamiento de evitación es una de las causas del comportamiento antivacunas. Helena, Pedro, ¿cómo se pueden realizar experimentos que diluciden el origen de una decisión tan compleja como no vacunarse?
Helena: «La verdad es que es complicado, llevamos aquí tres meses dándole vueltas… Yo llevo muchos años haciendo experimentos en Bilbao sobre cómo afectan las pseudociencias, las pseudoterapias y todo este tipo de cosas a cómo las personas se deciden por este tipo de terapias que no tienen ninguna base científica. Aquí en Málaga, en el grupo de Pedro, están trabajando el comportamiento de evitación. Nosotros no habíamos hecho prácticamente nada en el tema de las vacunas, en el que aparte de los movimientos antivacunas, de la parte racional y todo esto, además hay un comportamiento de evitación. Esto es lo que están haciendo ellos con experimentos. Por ello me pareció una oportunidad magnífica, gracias a un proyecto de movilidad, venirme aquí para intentar coordinar estas dos ramas de experimentos, para ver cómo conseguimos hacerlo. Aquí estamos dándole vueltas a cómo hacerlo… Pedro, puedes contar lo que habéis hecho hasta ahora…»
Pedro: «Puedo contar lo que hemos hecho en otro ámbito que no es el de las vacunas. Voy a poner un ejemplo para que se entienda cómo trabajamos. En breve, lo que hacemos para estudiar experimentalmente los mecanismos causales responsables de la evitación es tratar de crear modelos en laboratorio que contengan los ingredientes básicos de la vida real que pensamos que son responsables, o que pueden desempeñar algún rol. Por ejemplo, voy a poner un ejemplo de la vida diaria. Supongamos que yo tengo una intolerancia enorme a la incertidumbre relacionado con la contaminación (ambiental). Yo quiero salir de este estudio y hay una puerta que tiene un pomo. Voy a tener que tocarlo para poder abrir la puerta. ¿Qué es lo que va a ocurrir cuando yo toque ese pomo?»
«Lo primero que me va a saltar (en la mente) es ¿me habré contaminado con gérmenes, sí o no? Tenemos ya la primera fuente de incertidumbre. La segunda fuente de incertidumbre es que, en el caso de que me haya contaminado con gérmenes, se desarrollará en mi alguna enfermedad grave, y cuándo, una incertidumbre temporal en este caso. La tercera fuente de incertidumbre es qué hago para gestionar mi incertidumbre. Si soy un mal gestor de la incertidumbre, que es lo que está detrás en la ansiedad patológica, lo que voy a hacer que me voy a lavar las manos; pero como los gérmenes no se ven, se va a generar en mi otra incertidumbre, con respecto a si mi lavado de manos ha sido eficaz, ¿me he librado de los gérmenes, sí o no? Como son invisibles, decido lavarme las manos a una segunda vez, y así hasta que llego a la vez número 25, con lo cual he generado un problema que es peor que el problema que yo te estaba tratando de solucionar…»
Esther: «…por la incertidumbre acabas llegando a la obsesión…»
Pedro: «Exactamente. Esas tres fuentes de incertidumbre son las que tratamos de llevar al laboratorio. Solo que, en lugar de utilizar estimulación o situaciones graves, usamos situaciones más inocuas, como sonidos desagradables, etc.
Francis: Todas las personas tenemos cierta aversión a la incertidumbre. Vuestra hipótesis es que las personas antivacunas podrían tener una dosis de intolerancia a la incertidumbre mayor que el resto de las personas. Pedro, ¿esta aversión a la incertidumbre podría estar relacionada con la desconfianza sobre la información de las autoridades sobre la seguridad de las vacunas?
Pedro: «Podría tener algo que ver. Aunque la intolerancia a la incertidumbre se mide con un test que la mide de forma general, es decir, no de forma específica con respecto a una temática concreta. Por tanto, se supone que una persona que tiene intolerancia a la incertidumbre es, en general, intolerante frente a la posibilidad de que ocurra cualquier acontecimiento amenazante en el futuro, por pequeña que sea su probabilidad. No solamente en el ámbito de la información con respecto las vacunas, etcétera».
Helena: «Sí, lo que acaba decir Pedro es lo que queremos aprovechar ahora. Como creemos que es bastante general, creemos que podríamos mostrar probablemente que los antivacunas en una tarea muy general de laboratorio también tienen peores resultados. Es decir, una mayor evitación que las personas pro-vacunas, o que son más confiadas en el tema de las vacunas, o que presentan menos comportamiento antivacunas».
Esther: «¿Qué reto tenéis? Meteros en la cabeza de los antivacunas. Esto es todo un reto. Supongo que habrá estudios ya hechos sobre todo esto a nivel internacional, ¿o no?»
Pedro: «Barajando esta hipótesis en concreto creemos que no».
Helena: «No, barajando esta hipótesis creemos que no. Lo que sí se ha visto, por ejemplo, es que los antivacunas, además de todo esta racionalización que hacen, tienen comportamientos de evitación de otro tipo. Por ejemplo, es gente que no puede soportar las agujas, o la sangre. El hecho de que te dé horror que te pinchen, lógicamente, también te hace evitar la vacuna. Quiero decir que no solo influye el proceso racional que se suele abordar, sino también esos miedos irracionales».
Esther: A las personas con alta intolerancia a la incertidumbre, ¿esta condición también les afecta en otras cuestiones de su vida diaria? ¿Podría incluso llegar a ser algo patológico que requiera alguna terapia psicológica?
Pedro: «La intolerancia a la incertidumbre no es en sí patológica, pero sí que es un factor de vulnerabilidad para la patología ansiosa. Es decir, aquellos que puntúan alto en los tests de intolerancia de incertidumbre tienen mayor probabilidad de desarrollar algún trastorno de ansiedad, pero no es en sí mismo una patología. Llega al grado de patología cuando ya empeora la calidad de vida de las personas hasta producir una serie de problemas que pueden poner en peligro su vida familiar, su trabajo, … Estamos hablando de una afectación de la vida grave».
Enrique: En la efectividad de las vacunas es clave la llamada inmunidad de rebaño. Cuando la tasa de vacunación es alta, las personas no vacunadas están protegidas por los demás. Por ello, las personas antivacunas son insolidarias con los demás. Helena, desde el punto de vista de la psicología cognitiva, ¿se puede hacer algo para evitar que una persona con alta intolerancia a la incertidumbre se vuelva antivacunas?
Helena: «Eso intentamos. Yo creo que está por hacer. Creemos que la persona con mayor intolerancia a la incertidumbre va a ser más antivacunas. Todavía no hemos comprobado esto, quiero decir, vamos a ir despacio. ¿Qué se puede hacer? Una de las cosas que estamos viendo es otro factor que no hemos mencionado, el hecho de ser más individualista o más colectivista. Si las personas a las que les da más igual el resto de la gente son más antivacunas. Creemos que además de abordar esos miedos racionales, que pensamos que podrían ser incluso posteriores, como un intento de ellos mismos para explicarse lo que están haciendo y por qué. Lo que se suele hacer, la educación y demás, que está muy bien, no está teniendo demasiado efecto. Creemos que si de verdad comprobamos que se debe a estos miedos y a esta intolerancia a la incertidumbre, podríamos abordar el problema desde este otro punto de vista, que sería muy diferente. Porque es distinto abordar conocimientos y datos, que abordar miedos».
Francis: Una diferencia entre la medicina y la pseudomedicina es que el médico que basa sus decisiones en la evidencia científica suele mostrar cierto grado de incertidumbre en sus tratamientos. No te asegura que te vayas a curar, sino que puede que te cures. Mientras el pseudomédico afirma con rotundidad que sus pseudoterapias siempre funcionan, que son eficaces al 100 %. Helena, ¿la intolerancia a la incertidumbre también puede estar detrás de que muchas personas prefieran las pseudoterapias?
Helena: «Creemos que está detrás, pero es otra de las cosas que tenemos que estudiar. Porque efectivamente es como tú has dicho, el médico nunca te va a poder garantizar el éxito, solo te puede dar su mejor estimación. Pero pseudocientífico que te quiere vender algo te lo vende cómo algo que seguro que funcionará. Creemos que es un factor que está detrás del porqué la gente usa estas pseudoterapias».
Esther: «¿Cuándo tendremos… ?»
Pedro: «Me gustaría añadir algo. Decía Ortega y Gasset, yo soy muy dado a la filosofía, que la inseguridad y la incertidumbre es constitutiva, forma una parte constitutiva de la vida humana. Y en realidad hemos puesto en marcha muchísimos tipos de solución para poder gestionar la incertidumbre. La pseudomedicina de la que habláis es una respuesta. La religión también se ha especulado que es una respuesta frente a la incertidumbre, e incluso el derecho. Necesitamos generar un espacio estable para saber qué es lo que podemos esperar del otro y que es lo que podemos esperar de uno mismo en las relaciones humanas. Para eliminar todo el componente de incertidumbre del que seamos capaces».
Esther: «Me quedo con ganas de más, pero el tiempo se nos ha ido rápidamente». Ha sido un placer tener hoy al doctor Pedro Cobos, del Grupo de investigación de Cognición Causal de la Facultad de Psicología de la UMA, y a la doctora Helena Matute, del Laboratorio de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto en Bilbao. [Despedida] Francis, Enrique, ¿este viernes 26 hay nueva conferencia en Encuentros con la Ciencia?
Enrique: Gemma Marfany, de la Universidad de Barcelona, nos presentará su charla “Genoma Humano: ¿Horóscopos genéticos?” donde nos hablará de temas tan interesantes como la compatibilidad genética entre los miembros de una pareja y de las graves enfermedades que pueden ocasionar los problemas genéticos. Este viernes 26 a las 19:30 en el Ámbito Cultural del Corte Inglés.
Ha muerto Peter Higgs!
Gracias, no me había enterado. Con 94 años es ley de vida. Que descanse en paz.
Sagutxo, lo mencionaremos esta semana en Coffee Break (pues Jose y Gastón no podrán participar) y hablaremos en detalle la semana próxima (para que Jose y Gastón puedan intervenir).
Muchas gracias Francis, me parece una idea estupenda.
SalU2
Una persona no vacunada que ha tenido covid 2, 3, 4…x veces y las x veces resulta asintomática no es «antivacunas» por suponer que no es necesario vacunarse, estrictamente en su caso.
Afirmar que una persona no vacunada y siempre asintomática debe vacunarse ya que «no le hará mal» no es ciencia ni es serio. En muchos casos la vacunación es fundamental, pero de ello no se infiere que para todo caso. El ser humano no se divide en provacunas o antivacunas, hay gente que no escuchó hablar de las vacunas en su vida.
No somos capaces de dividirnos en otras categorías obvias que no mencionaré como para decir que indudablemente somos o provacunas, o antivacunas…
Hola Francis.
Que te parece un articulo de divulgacion sobre el mecanismo de Higgs?
Lei por ahi que la masa de los protones se debe en parte a la masa en reposo de sus quarks, esta parte sí responde al mecanismo de Higgs, y por otro lado a la energia cinética de estos quarks. Me parecio que las particulas pueden tener «masa» por distintos mecanismos.
Alejol9, en este blog tienes cientos de artículos sobre el mecanismo de Higgs y el bosón de Higgs. Bucea en el blog si te interesa el tema. Desde «Las matemáticas del bosón de Higgs, para las abuelas cansadas de cháchara», LCMF, 19 jul 2012, hasta «Cómo le expliqué el bosón de Higgs a mi abuela en Twitter», LCMF, 20 jul 2012.
Me resulta muy sorprendente que en mi entorno la gente con más ansiedad e intolerancia a la incertidumbre, sean los que primero se vacunaron. De hecho, no entiendo muy bien el razonamiento de como se sigue que dicha intolerancia y su consiguiente ansiedad no les lleve a prevenir cualquier evento contraproducente en caso de contagio. ¿La hipocóndria no llevaría precisamente a vacunarse? ¿La hipocóndria no conlleva una intolerancia a la incertidumbre)
Mi caso y de mi pareja que tenemos una tolerancia relativamente alta a la incertidumbre, preferimos contagiarnos de manera casual y así desarrollar anticuerpos de forma natural (no era una cuestión ideológica) y no somos antivacunas, ni en niños, ni en tercera edad, ni otras cosas obvias como la hepatitis, DTP, etc. Pero si para los virus tipo gripe común/A/etc.
» Los antivacunas, además de todo esta racionalización que hacen, tienen comportamientos de evitación de otro tipo. Por ejemplo, es gente que no puede soportar las agujas, o la sangre. El hecho de que te dé horror que te pinchen, lógicamente, también te hace evitar la vacuna. Quiero decir que no solo influye el proceso racional que se suele abordar, sino también esos miedos irracionales».
Si eso es psicología entiendo la percepción que tiene la gente de los psicólogos.
No me he puesto ninguna vacuna desde los 14 años (tétanos) y ,por supuesto , no me da miedo ni la sangre ni las agujas.
Se ha practicado la caza del que no se ha querido vacunar con vacunas experimentales que han producido, y siguen produciendo, multitud de efectos colaterales y mortandad.
El que se quiera vacunar adelante, pero no deis más la lata con el tema y respetad la libertad individual.
Los comportamientos antivacunas visibles a veces me parecían como un pumurri de expresiones unidas a una ideología prepotente, poco racional y deshonesta, destacando, desafiando…
Oh, y los de mascarilla inutil (de barbilla) o bajada, fueron significativos en espacios compartidos cierto tiempo, aunque fuese en un uso alternado. Almenos en transportes colectivos, oficinas, tiendas…
Me pregunto si puede exitir un cuerpo hecho sólo de gravitones. «Algo así» como una estrella de neutrones, cuásar, agujero negro…
¿Y uno ligero, como un agujero negro primordial pequeño?
Si puede ser, en forma de gominola, y que dure un rato hasta que se va al baño. Es para regalarla a unos pesadotes que se portaron mal en la pandemia, ji, ji…
Toopikatxu, no puede existir un cuerpo hecho solo de gravitones, si los gravitones son la partícula gauge asociada a la versión cuántica de la relatividad general de Einstein (pues en dicha teoría un condensado de Bose-Einstein de gravitones colapsa para dar lugar a un agujero negro). Pero hay especulaciones más allá de dicha teoría que permiten la existencia de estrellas hechas de gravitones; de hecho, en ciertas especulaciones, los agujeros negros podrían estar «hechos» de gravitones en interacción.
Recuerda, en la teoría de la relatividad general la interacción está medida por la densidad de energía (el tensor energía-momento). Por tanto la única interacción entre dos gravitones es debida a su energía (lo que se llama interacción mínima). Pero hay especulaciones sobre una interacción no mínima entre gravitones y, en dicho caso, es fácil lograr que dicha interacción permita formar objetos ligados (cuerpos hechos solo de gravitones).
Muchas gracias 🙂
Pues parecia broma, pero unos cinetíficos mostraron uno cercano…
En:
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😉