El lobby de las grandes editoriales de revistas científicos ha fomentado la vía dorada de la publicación de artículos en abierto (open access). En ella los autores pagamos por publicar (APCs, o Article Processing Charges) para que los lectores puedan leer gratis. Como autor prefiero la vía diamante o, en su defecto, la vía verde. Pero el lobby prefiere los beneficios crecientes de la vía dorada. Se publica en arXiv (vía verde) un estudio del cambio del precio por publicar en 5842 revistas entre 2019 y 2023. No sorprenderá a nadie que el 89 % de las revistas con APCs (5192) han subido su precio por publicar, 2323 por encima de la inflación (un 19 %) y 2877 ajustadas a la inflación; solo 462 revistas han bajado su precio y 180 lo han mantenido constante. ¿Cuándo los gobiernos fomentarán la vía diamante en contra del lobby editorial? Quizás sea una utopía, pero el esfuerzo colectivo de la comunidad científica podría convertir dicha utopía en realidad.
El ánimo de lucro de las editoriales queda muy claro cuando más del 39 % de las revistas han subido las APCs por encima de la inflación; entre ellas todas las de MDPI (menos una), un 57 % de las de Elsevier, un 52 % de las de Frontiers, un 35 % de las de Wiley y un 23 % de las de Springer Nature. Y el 49 % de las revistas han subido las APCs ajustadas a la inflación, que ha sido del 19 %; entre ellas el 71 % de las de Springer Nature y de las de PLOS, el 58 % de las de Wiley y el 48 % de las de Frontiers. La editorial que en mayor porcentaje a bajado las APCs ha sido Elsevier, aunque solo lo ha hecho en el 14 % de las revistas. Como siempre, las estadísticas son solo eso estadísticas, pero nos ofrecen dan datos para reflexionar. El artículo es Leigh-Ann Butler, Madelaine Hare, …, Stefanie Haustein, «An open dataset of article processing charges from six large scholarly publishers (2019-2023),» arXiv:2406.08356 [cs.DL] (12 Jun 2024), doi: https://doi.org/10.48550/arXiv.2406.08356 (hay una herramienta interactiva para visualizar los datos).
Quizás algunas personas lectoras de este blog no sepan de qué precios estamos hablando. Esta figura muestra los precios medios para revistas de diferentes editoriales en revistas en las vías híbrida y dorada. Como se puede ver son superiores a 1000 dólares alcanzando hasta 3500 dólares. Por la vía alta, destacan revistas híbridas como Nature, cuyas APCs para la vía dorada alcanzan en 2024 hasta los 12 290 dólares (10 290 euros) [Nature APCs]. Por cierto, la vía verde (green route) consiste en depositar los artículos en repositorios de acceso abierto (como arXiv o bioRxiv que no tienen revisión por pares, o con algún tipo de revisión por pares comunitaria); la vía dorada (gold route) consiste en pagar por publicar en revistas científicas con revisión por pares (peer review) que luego son de acceso gratuito para los lectores; y la vía diamante o platino (diamond route) consiste en publicar de forma gratuita en revistas con revisión por pares que luego no cobran a los lectores por leer dichos artículos. Estas últimas revistas suelen estar financiadas por instituciones gubernamentales o por sociedades científicas, aunque son muy excepcionales.
Hace siglos pensaba que las revistas cobraban para pagar a los peer reviewers. Luego ya me enteré de que eso no iba así. ¿Qué valor añadido aportan exactamente por tan sustanciales pagos, entonces?
Emilio, el valor añadido es algo muy etéreo alrededor de un círculo vicioso, llamado prestigio. Los científicos reciben prestigio por publicar en revistas prestigiosas, que lo son porque publican a científicos de prestigio. Los científicos pagan mucho dinero por publicar en las revistas más prestigiosas para ser bañados por su prestigio; y las revistas prestigiosas lo son porque publican a científicos de prestigio, que reciben muy buena financiación pública y pueden permitirse pagar mucho por publicar. Unos ganan prestigio y las otras ganan ingentes beneficios.
Entonces, claramente la vía diamante es muy viable. Era por entender si había algún coste importante inherente que se me estuviera escapando, pero si «solo» es la marca…
Nuestra especie tiene una facilidad pasmosa para complicarlo todo. Gracias por la respuesta.
Emilio, el gran problema de la vía diamante es quién paga la gestión editorial de la revista. Como es obvio, ninguna empresa privada lo hará. Y, por desgracia, los Gobiernos son muy reticentes a competir con las grandes editoriales; la financiación de las asociaciones científicas por parte de los gobiernos es ridícula, entre otras cosas, para impedir que pongan en marcha la vía diamante.
Creo que está en nuestras manos cambiar esta política. Es un escándalo lo de las editoriales. No nos pagan por revisar artículos ,nos cobran por publicar y cobran a las instituciones por dejarnos leer. Creo que los científicos que ya tienen la carrera hecha tienen que empezar a cambiar esto y las agencias financiadoras a valorarlo. Para que las generaciones futuras no tengan que sufrir esta locura.
Si no se descubre algo, no amerita ni siquiera el envío a la revista.
Ya que solo se publica descubrimientos.
Ricardo, en la mayoría de áreas de investigación se trabaja en desvelar «todo sobre nada», es decir, los nuevos descubrimientos son relativos a pequeñísimos detalles en el vasto conocimiento sobre cierta área; la mayoría de estos detalles nunca llegará a los libros de texto. Estos «descubrimientos» son los que se publican en las revistas científicas (se estima que en 2023 se publicaron unos 3 millones de artículos científicos, es decir, unos 3 millones de «descubrimientos», y el número sigue creciendo año a año).
Al final, es saber casi todo sobre casi nada
En América Latina las revistas en la vía diamante ha existido siempre y se calcula que cerca de un 40% son de este tipo en relación con las híbridas, bronce y doradas. Ese porcentaje podría ser mayor y el secreto está porque la mayoría de las revistas están en manos de la academia (universidades públicas y asociaciones científicas), que las financian y mantienen su calidad.
Las editoriales han sabido encontrar el nicho de los Estados bobos que pagan por algo que supuestamente tiene valor (lo tiene pero el mismo valor podría obtenerse por otros medios gratuitos). Los científicos gastan la plata del Estado porque no les importa, dado que no es la plata propia, sino de otros. Los gobernantes que manejan a los Estados no tienen mucho incentivo para cambiar las cosas porque de cualquier manera no es su plata lo que está en juego sino la de los contribuyentes y el fin (la ciencia) parece loable y poco criticable. Los científicos tampoco tienen mucho incentivo para cambiar las cosas porque deberían trabajar más para cambiarlas (generar nuevas plataformas, nuevas reglas) y este trabajo sería no rentado, además de que están cómodos siendo evaluados en base a publicaciones por las que paga otro. Para colmo de males, los científicos no valoran el esfuerzo que hacen sus pueblos por mantenerlos, dado que en su mayoría son de izquierda y creen que está bien sacar plata del Estado y creen que la plata llueve y no entienden el esfuerzo que significa generar la riqueza. Las empresas editoriales sí que tienen incentivos para continuar con el Lobby y enriquecerse gracias al estatismo y la indiferencia de los científicos por los habitantes de sus países.
Aparte. No es dramático que algo aumente «más que la inflación». Justamente el índice de inflación es un promedio del aumento de todos los precios. Por lo tanto, esencialmente la mitad de las cosas aumentan más que la inflación y la mitad aumentan menos que la inflación. En diferentes períodos.