Los inseparables (agapornis) muestran dotes de locomoción trípeda, se mueven en vertical usando su pico como si fuera una tercera pata. Se publica en Royal Society Open Science que también pueden balancearse con el pico como único apoyo, con las patas en el aire; más aún, para moverse por una rama delgada, combinan el balanceo de su cuerpo colgado del pico con la sujeción posterior con las patas. Este nuevo estilo de locomoción ha sido bautizado con el neologismo beakiation (beak motion). No ha sido observado en la Naturaleza (aunque hay un testimonio oral al respecto), solo en experimentos de laboratorio. El análisis de los vídeos de 129 zancadas en una barra horizontal con un diámetro de 2.5 mm muestra que la velocidad promedio alcanzada es de 10 cm/s. Durante el balanceo apoyado solo por el pico, el centro de masas del animal se desplaza 0.7 ± 0.1 cm y la frecuencia del balanceo es de 1.33 ± 0.27 Hz. El tiempo de contacto promedio para el pico es de 0.46 ± 0.16 s y para las patas de 0.61 ± 0.23 s. También se han analizado las fuerzas en pico y patas, y las energías cinéticas y potencial. Pero no se ha realizado un análisis biomecánico completo. A quienes hayan convivido con agapornis o con otros loros no les sorprenderá esta locomoción, incluso si nunca la han observado; lo que les asombrará es que se haya publicado un artículo científico sobre este tema (que no sé si cumplirá los requisitos para un Ig Nobel).
A mí me ha resultado curioso este artículo científico porque en casa nos acompaña un Agapornis roseicollis (inseparable de Namibia) con librea aqua (wikipedia). Y también por lo difícil que es traducir al español el neologismo beakiation. No soy la persona más adecuada para proponer una traducción, pero las obvias, locomoción con el pico o picomoción, no me gustan nada. Buceando en el griego prefiero ramfiación, de rhamphos, pico de ave en griego, en analogía con braquiación, de brakhion, brazo en griego (la braquiación es la locomoción por balanceo de los brazos que usan los primates colgados de una rama). Otras alternativas, como ramfomoción o ramfokinesis, me gustan menos porque están demasiado alejadas del inglés beakiation. No sé si el término ramfiación tendrá éxito en ornitología o en biomecánica, pero según Google nunca ha sido usado. En cualquier caso, si te resulta curiosa la ramfiación, te recomiendo leer el artículo (de acceso gratuito) Edwin Dickinson, Melody W. Young, Michael C. Granatosky, «Beakiation: how a novel parrot gait expands the locomotor repertoire of living birds,» Royal Society Open Science 11: 231397 (31 Jan 2024), doi: https://doi.org/10.1098/rsos.231397. Más información divulgativa en McKenzie Prillaman, «Parrots can move along thin branches using ‘beakiation’,» Science News, 30 Jan 2024. [PS 21 Jul 2024] Se ha publicado un análisis del papel de las vértebras de los loros en su locomoción tripodal (o trípeda), Anna R. Stuart, Michael C. Granatosky, …, Ryan D. Marek, «The role of many-to-one mapping of vertebral form to function in Psittaciform tripedal locomotion,» bioRxiv 582755 (10 May 2024), doi: https://doi.org/10.1101/2024.02.29.582755. [/PS]
Este vídeo se incluye en la información suplementaria del artículo muestra a un agapornis, llamado Cannoli, ramfiando (gerundio del verbo ramfiar, en analogía con el verbo braquiar, usado en primates). Por cierto, nuestro agapornis se llama Curri, pues no sabemos si es Currito o Currita (los agapornis no muestran dimorfismo sexual y no conocemos a ningún sexador de agapornis).
La comparación entre la ramfiación y la braquiación muestra que la primera permite recuperar más energía (en promedio un 23.83 ± 7.47 % por zancada) gracias a que solo se realiza un movimiento pendular, cuando la braquiación (en la figura de un gibón) requiere dos movimientos pendulares (uno con cada brazo). En la parte izquierda de esta figura, la energía cinética se representa por la línea discontinua (KE) y la energía potencial por la línea continua (PE). En ambos casos las estimaciones están basadas en el análisis de los vídeos con un modelo muy simplificado (en un futuro artículo se estudiará un modelo biomecánico más detallado).
Como ocurre con la braquiación, en la ramfiación se logra un periodo de balanceo pendular (0.80 ± 0.21 s) mayor (p < 0.001) del esperado para un péndulo simple (0.38 ± 0.05 s) en el que toda la masa del animal se concentra en su centro de masas. Este fenómeno ocurre en la braquiación en primates no humanos, pero no se observa en humanos, lo que apunta a que la evolución no ha favorecido esta locomoción en nuestra especie. Por ende, este resultado apunta a que ramfiación observada en laboratorio no es un comportamiento accidental debido a la cautividad, sino resultado de la evolución.
En resumen, la ramfiación ha sido observada en laboratorio, en agapornis en cautividad. Hay indicios de que podría ser un comportamiento observable en la Naturaleza. Se ha realizado un análisis preliminar de este modo de locomoción, que podría ser común entre los loros (aves psittaciformes). Si en el futuro se publica un análisis biomecánico más detallado de la ramfiación, el término volverá a aparecer en este blog.
Hola!
Picomoción.
Me parece ideal el término ramfiación.
No solo hace juego con branquiación, sino que el verbo derivado resulta muy cómodo, evidenciado por lo mucho que lo has usado.
¡Excelente artículo! :–)
¡Qué maravilla de artículo! 😉 Y mira que me encanta leerte cuando publicas sobre cosmología, eh, pero esto lo supera con creces, ¡jaja! En Tenerife tenemos el famoso Loro Parque, y quien ha estado ahí sabe muy bien que es muy frecuente (como bien mencionas en el artículo) ver que los loros se mueven así, utilizando el pico como punto de apoyo. Por esta razón, y por su conspicua presencia en los lugares de habla hispana, propongo en español el término ‘loromoción’ para la traducción al castellano.
Locomoción es movimiento de lugar…por lo que siguiendo la misma lógica, movimiento por la rama, si de locus tenemos loco- pues de ramus tenemos ramo- por lo tanto ramomoción
https://i.ibb.co/XV9Nt9c/1.jpg
Un animal adorable. Nadie pensaría que diese para un sesudo artículo científico, ni que el agapornis optimizase tanto su energía.
Pero mira que os gusta a los malageños los Agapornis 😉. Desde luego que es un animal absolutamente entrañable.