Te recomiendo escuchar el episodio T07E05, «Estudiantes de la UMA, medalla de Plata en el concurso iGEM de Biología Sintética», 29 oct 2024 [a partir del minuto 01:14:20], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presentan Esther Luque Doblas y Belén Caballero, se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.
Entrevistamos al profesor Carlos Rodríguez Caso, del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la UMA y a la estudiante Lucía Aguilar, del Grado de Biología de la UMA, miembro del equipo AflaxOFF que ha logrado una medalla de plata en la competición iGEM 2024. La web del proyecto ofrece más información sobre el equipo de estudiantes y sobre el proyecto realizado.
Puedes escuchar el episodio en Play SER, «Estudiantes de la UMA, medalla de Plata en el concurso iGEM de Biología Sintética», 29 oct 2024 [a partir del minuto 01:14:20].
Esther: «Hoy nos hacemos eco de una noticia de nuestros estudiantes de la UMA: el equipo iGEM-UMA ha obtenido la Medalla de Plata en el prestigioso evento internacional iGEM Grand Jamboree, la competencia de Biología Sintética más relevante a nivel mundial. La final, celebrada este fin de semana en París, reunió a estudiantes de diversos países, quienes diseñan y construyen dispositivos biológicos con el fin de abordar problemas de alcance global. Vamos por partes, ¿qué es la Biología Sintética?»
Enrique: «Los seres vivos contienen en su genoma una serie de genes a modo de instrucciones, que les permiten fabricar determinadas proteínas que tendrán funciones diversas en la célula: unas son hormonas, otras proteínas que van a formar el tejido muscular, etc. La Biología Sintética es un nuevo campo de la ciencia que combina principios de biología, ingeniería, genética, informática y otras disciplinas para diseñar y construir nuevos sistemas biológicos o reprogramar organismos vivos para realizar funciones específicas».
«La Biología sintética es diferente de la ingeniería genética, que modifica organismos naturales para producir productos o cumplir funciones. Así, por ejemplo, tenemos bacterias que son capaces de producir la Insulina humana porque le hemos introducido el gen humano que fabrica esta proteína y eso permite el suministro de este producto a diabéticos a un precio muy razonable. Sin embargo, la biología sintética se enfoca en crear y ensamblar nuevas estructuras genéticas y funciones, casi como si se tratara de «circuitos» biológicos. Los científicos en biología sintética pueden, por ejemplo, diseñar microorganismos que descompongan contaminantes, produzcan biocombustibles, sinteticen medicamentos o detecten enfermedades. Al diseñar organismos a nivel genético, buscan resolver problemas complejos en áreas como la medicina, el medio ambiente y la agricultura».
Esther: ¿Y en qué consiste el concurso iGEM?
Francis: En el año 2003 nació el proyecto BioBricks (bioladrillos) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). La idea pionera era estandarizar y facilitar la creación de circuitos genéticos a base de ensamblar circuitos más sencillos, llamados partes o bioladrillos, como si fueran piezas de LEGO para poder desarrollar circuitos biológicos más complejos.
«La competición iGEM (International Genetically Engineered Machine) nació el mismo año 2003 como parte de un curso de Biología Sintética para estudiantes universitarios del MIT en Boston. Con periodicidad anual, en el año 2006 se volvió internacional, siendo el año 2009 el primero con participación española, el equipo iGEM de Valencia con 14 miembros, liderados por varios colegas (Juli Peretó, Juan José Pérez, Pedro Fernández de Córdoba, Albert Ferrando y Javier Urchueguía). Ya en 2014 participaron más de 280 equipos de 30 países.
Durante la pandemia, años 2020 y 2021 el evento fue virtual. A partir de 2022 se decidió celebrar la iGEM Grand Jamboree en París, Francia, para facilitar la participación de equipos internacionales de todo el mundo. La Fundación iGEM es una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el avance de la biología sintética, la educación, la competencia y el desarrollo de una comunidad abierta, colaborativa y cooperativa. El equipo iGEM Málaga participó por primera vez en el año 2021 como equipo ATG x iGEM UMA (ATG por All Together Growing), del que nos hicimos eco en este programa: «Una biopintura a partir del aceite de oliva usado gracias al proyecto ATG iGEM UMA», LCMF, 30 nov 2021.
Esther: «Hoy tenemos al habla a Carlos Rodríguez Caso, profesor del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la UMA y a Lucía Aguilar, estudiante de Biología de la UMA. [Saludos] En primer lugar, enhorabuena por el éxito conseguido, que me han dicho que no es el primero, que también en años precedentes habéis venido con medallas. Carlos, ¿en qué consiste el proyecto iGEM y cuál ha sido tu papel en este proyecto?»
Carlos: «La filosofía de este proyecto es darle empoderamiento y visibilidad a los alumnos. Esta iniciativa viene apoyada por el Vicerrectorado de Estudiantes, Empleabilidad y Emprendimiento de la Universidad de Málaga, que ofrece recursos económicos para asistir a este tipo de concursos. La idea del concurso es enfrentar al alumno a un escenario, con una simulación de realidad en el que tienes que competir, cooperar y salir de tu zona de confort, que es estudiar exámenes y asistir a prácticas».
«En el concurso los estudiantes tienen que dar soluciones a problemas reales, más allá de un trabajo científico per se. Tienen que identificar el problema, encontrar una solución y luego hablar con todos los agentes que tienen a su alcance, para ver cómo podría tener impacto dicha solución. Me gustaría que Lucía, que es la que presentó el proyecto con una exposición brillante en la competición nos contara más de dicho proyecto».
Esther: «Lucía, cuéntanos cuál era el objetivo de este proyecto… Lo tienes que contar para que nos enteremos todos…»
Lucía: «Nuestro proyecto, que se llama AflaxOFF, tiene como objetivo principal detectar y atacar una toxina que aparece en ciertos alimentos y está producida por hongos que se dan en climas cálidos y húmedos. Nosotros hemos diseñado un organismo probiótico, parecido al que encontramos en el yogur, que se anuncia en la televisión, que no es tóxico para el organismo y que evita que esta toxina cause daños mayores, [daños] que principalmente se ubican en el hígado y en otras partes del intestino».
Esther: «¿Esa toxina además es cancerígena?»
Lucía: «Correcto, tiene la capacidad de dañar el ADN, las instrucciones de las células de nuestro organismo, …»
Esther: «¿Y dónde está [esta toxina]? ¿Dónde la podemos encontrar?»
Lucía: «Pues esta toxina aparece a través de un hongo que usualmente se encuentra en alimentos como el arroz, el maíz, ciertos cereales. Nosotros hemos utilizado un organismo que es probiótico, que tiene la capacidad de no dañarnos».
Esther: «Que tiene la capacidad de localizar y detectar esa toxina…»
Lucía: «Exacto, la detecta y la agarra, digamos, de forma tan fuerte que permite luego su eliminación de manera natural».
Enrique: «A mí me parece muy interesante el camino, salir de los libros, atacar un problema y proponer una solución. Así se estudia mucho mejor y se aprende mucho más. Yo aplaudo este tipo de iniciativas. ¿Cómo os incorporasteis? Sois 15 estudiantes los que habéis participado.
Lucía: «Hemos sido bastantes estudiantes los que hemos ido rotando, de diversos grados [universitarios] y con distintos conocimientos que se han ido aplicando tanto a nivel experimental como luego a nivel social, por ejemplo, para evaluar el impacto y ver cómo podíamos implementar la solución propuesta para resolver el problema que tiene la sociedad en nuestro proyecto».
Francis: «Lucía, en principio tenéis que hacer todas las fases del proyecto. Definir la idea, diseñar cuáles son esos circuitos genéticos que van a realizar esta labor y después tenéis que integrarlo dentro del organismo vivo y hacer experimentos para verificar, supongo que in vitro en laboratorio, que realmente funciona. ¿Nos podrías contar un poquito todas esas fases cómo la habéis realizado?»
Lucía: «La idea surgió de una charla a la que asistimos en la Universidad. Nos llamó la atención el problema de las micotoxinas, estas toxinas de origen fúngico. Nosotros indagando un poquito más en esta situación vimos la problemática de la aflatoxina B1 (AFB1), la que hemos abarcado con este proyecto y decidimos empezar a concebir el proyecto. Cómo podías hacerlo, qué organismo utilizar para que la viabilidad genética del proyecto».
«Tras hablar con muchas empresas, con distintas personas afectadas, tanto en el ámbito de la salud como en el ámbito agropecuario, nos dimos cuenta de que teníamos que atajar el problema desde el origen. Que es el campo, en las empresas que se encargaban de transportar ese alimento hasta nuestras casas. Y desarrollamos nuestra parte de Human Practices, que era integrar esa necesidad de la sociedad a nivel experimental. En el laboratorio, a través de una búsqueda de información, descubrimos nuestro…»
Esther: «Porque ahora mismo, para luchar contra esta toxina producida por hongos que pueden contaminar alimentos como el maíz, como el trigo, como el arroz, ¿cómo se lucha contra esa toxina?»
Lucía: «Pues actualmente existen métodos de prevención, ya que esta toxina presenta la capacidad de aguantar fuertes golpes de calor e incluso algunos desinfectantes…»
Esther: «O sea, que son resistentes, muy resistentes».
Lucía: «Sí, son muy resistentes. Los métodos que existen de eliminación son más bien de prevención».
Carlos: «Os recuerdo que que se trata de una competición de estudiantes. No se pretende presentar una investigación al uso, con toda su formalidad, aunque a nivel competitivo se vieron cosas auténticamente alucinantes. Esta competición es como una olimpiada. El objetivo de la competición es hacer una prueba de principio. Ofrecer las primeras evidencias de que la solución tiene sentido, porque luego tiene que haber un proceso de optimización, como ocurre en cualquier ingeniería. En ese punto es en el que nosotros nos hemos quedado».
«Cuando Lucía se ha referido a Human Practices se refiere al impacto que generaría en la sociedad en la que vivimos la solución propuesta. Para ello se han ido a hablar con empresas locales, con gente que se dedicaba a estudiar la micotoxina, incluso han intentado contactar con el Ministerio en relación a la seguridad alimentaria. Pero también hay una parte de concienciación, en la que han hecho un trabajo excelente».
«Por ejemplo, tenemos estudiantes del Grado de Informática que han participado en la elaboración de un videojuego que ha sido súper bien recibido. Pretende explicar desde dentro cómo vive un equipo iGEM el proceso de avanzar. Como la ansiedad de no llegar a las fechas límite, o los problemas asociados a las ideas que no funcionan. Este videojuego ha sido muy bien recibido por los jueces. También han hecho una labor increíble de difusión de la ciencia en centros con personas que tienen discapacidades mentales. Han acercado la ciencia y el método científico a esta gente».
«Hay que recordar que son estudiantes que están haciendo sus grados respectivos, sus prácticas y hay que reconocer el enorme esfuerzo que están haciendo, porque son aquellos que dicen es que a mí me motiva que me pongan al límite. Esto es una cosa a valorar, porque se les está dando la oportunidad de que desplieguen las alas. Como docentes desde la Universidad de Málaga lo que nos interesa es intentar que haya cosas que se salgan del recorrido tradicional de la carrera para aquellas personas que puedan desarrollarse más. Yo creo que es ahí donde está el verdadero valor que podemos darle a esta iniciativa».
Francis: Para acabar me gustaría felicitar a estos estudiantes por esta labor. Y me gustaría incentivar a la Universidad para que garantice que todos los años participemos en el iGEM, porque es un concurso muy interesante para los estudiantes. No solo de Biología y Bioquímica, sino también de Informática, de Económicas y de otros grados como Comunicación.
Enrique: «Bueno, yo añadiría que a los estudiantes que han participado yo les añadiría algún punto extra en las asignaturas que tocan, en Biología Molecular, Genética, etcétera».
Esther: «Lucía, ¿en qué curso estás? Lucía: «Yo estoy cursando actualmente tercero».
Esther: «Enhorabuena a todos tus compañeros. Gracias también por habernos acompañado al profesor Carlos Rodríguez, del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica». [Despedida y cierre]