Thomas B. L. Kirkwood, «A systematic look at an old problem,» Horizons, Nature 451, 644-647, 7 February 2008 , reclama más investigación en Biología de Sistemas con objeto de garantizar una tercera edad saludable, ya que la esperanza de vida se está incrementando (más de 5 horas al día en los países desarrollados).
Las mujeres viven más, los hombres menos, y el país donde ambos sexos viven durante más tiempo es Japón (ver Figura 1). Por ejemplo, podemos leer en «Enhanced: Broken Limits to Life Expectancy,» Science, 10 May 2002 , Vol. 296. no. 5570, pp. 1029 – 1031, por Jim Oeppen and James W. Vaupel, que la esperanza de vida de la mujer en Japón, ha crecido en los últimos 160 años de forma sostenida a una tasa de unos 3 meses al año, con un comportamiento altamente lineal, con coeficiente de correlación r^2 = 0.992. Más aún, la esperanza de vida del hombre se aleja de la mujer, observándose un incremento de la diferencia desde 2 años hasta 6 años (ver Figura 1).
El objetivo de los especialistas en salud es lograr que estos años «ganados» a la vida sean disfrutados lo mejor posible. Pero eso no es fácil. Requiere un estudio detallado de todos los procesos de envejecimiento. Lo que hoy sabemos es que dichos procesos son holísticos y requieren un estudio multidisciplinar, como el hoy exhibido por la Biología de Sistemas (la antigua y recientemente rebautizada Biología Matemática). Aunque la tercera edad está asociada a ciertas enfermedades, no es su causa. Cierto es que el envejecimiento va acompañada de una erosión de los telómeros (las estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas), de procesos oxidativos debidos a los llamados «radicales libres», o de malfuncionamiento en las mitocondrias (los orgánulos celulares responsables de generar la energía en la célula). La relación «causa-efecto» en este caso es del tipo «huevo-gallina» (aunque todo el mundo sabe que el «huevo» es evolutivamente más antiguo que las aves, es obvio que nos referimos a la relación «huevo de gallina-gallina»).
La idea más generalizada es que el envejecimiento se debe a la acumulación durante la vida de gran variedad de daños en moléculas y células en nuestro cuerpo. De esta forma, la comunidad científica cree que podrá intervenir en las causas y mecanismos de estos daños con objeto de evitarlos o minimizarlos, reduciendo la tasa media de daños moldearemos el proceso de envejecimiento. Por supuesto, entender estas sutilezas moleculares requerirá décadas, sino siglos, de investigación básica y aplicada.
Hoy en día, alcanzamos la tercera edad en condiciones de salud mucho mejores que en el pasado cercano. ¿Qué consecuencias tendrá las «epidemias» de obesidad, vida sedentaria, tabaquismo, etc. en las condiciones de salud de nuestra tercera edad? ¿Serán capaces de revertir el incremento sostenido de la esperanza de vida?
Según Kirkwood, sólo avances en la visión holística de la biología, en el marco de la llamada biología de sistemas, podrán permitir atacar el problema del envejecimiento en toda su complejidad. Esta aproximación se está llevando a cabo actualmente con iniciativas como el proyecto «Biology of Ageing e-Science Integration and Simulation» (BASIS) basado en el uso del lenguaje «Systems Biology Markup Language» (SBML) para entender en su conjunto los procesos metabólicos involucrados en el envejecimiento, que se integra en un proyecto más ambicioso aún, el «Human Physiome Project,» ¿cómo funciona nuestro cuerpo?
Hablando de esperanza de vida, ¿qué es lo que pasa en España? El artículo de Marta Guijarro y Óscar Peláez, «LA LONGEVIDAD GLOBALIZADA: UN ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN ESPAÑA (1900-2050),» Scripta Nova, REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES, Vol. XII, núm. 260, 1 de marzo de 2008 , nos presenta datos recientes al respecto. Utilizando modelos logísticos de estimación, «en el año 2050 la esperanza de vida masculina en España alcanzará un valor de 85,38 años, superando en más de nueve al observado en el inicio del siglo XXI y en dos al femenino actual. La longevidad media de las mujeres llegará hasta los 91,97 años en 2050, lo que representa un incremento de nueve años respecto al valor observado en 2001. Estas cifras suponen que la esperanza de vida ha de aumentar aproximadamente en dos años por cada década transcurrida.»
Como afirmé en Menéame: «Enhorabuena si eres mujer (española) y tienes menos de 50 años, llegarás al 2050.»