Esta imagen de un arcoíris doble y bífido no es real, ha sido obtenida mediante el mejor software de simulación de arcoíris del mundo, resultado de una colaboración internacional en la que participa el grupo de investigación de Francisco Serón en la Universidad de Zaragoza. Para ello se ha mejorado el modelo físico de Lorenz-Mie, que asume gotas esféricas, para considerar gotas con forma no esférica realista (porque las de mayor tamaño lo son). En concreto, en esta imagen se observa un arcoíris «bífido» porque se ha utilizado una mezcla de gotas pequeñas (esféricas) y gotas grandes no esféricas. El resultado es realmente espectacular y si no te dicen que está hecho por ordenador, lo mismo hasta te crees que es una fotografía de verdad. El artículo técnico para los interesados en los detalles técnicos es Iman Sadeghi, Adolfo Muñóz, Philip Laven, Wojciech Jarosz, Francisco Serón, Diego Gutiérrez, Henrik Wann Jensen, «Physically-Based Simulation of Rainbows,» ACM Transactions on Graphics 31: 3, January 2012 [copia gratis]. Me he enterado de este nuevo artículo gracias a un tuit de Rafael Bachiller (@RafaelBachiller); la verdad es que ya no leo revistas de investigación en gráficos por ordenador (cuando hace un lustro las leía todas).
¿Realmente existen los arcoíris bífidos? Por supuesto, la imagen de la izquierda es una fotografía real obtenida por Benjamin Kuehne y la parte derecha la simulación correspondiente utilizando el nuevo software; se han utilizado gotas de agua de dos tamaños, con radio 0,4 mm y 0,45 mm. El acuerdo entre teoría y realidad es espectacular. Haz click en la imagen para verla en tamaño más grande (si te apetece disfrutar de sus sutiles detalles).
En estas cuatro imágenes de arcoíris incluyendo los arcos supernumerarios, la banda oscura de Alejandro y diferentes efectos. En concreto, arriba-izquierda, el arcoíris ideal según la teoría de Lorenz-Mie (gotas esféricas), arriba-derecha, cómo cambia éste cuando se introduce la efecto de que el Sol no es puntual, abajo-izquierda, una arco doble mostrando cómo cambian los colores de orden en el secundario, y abajo-derecha, un arcoíris doble con múltiples arcos supernumerarios resultado de una distribución uniforme de muchas gotas pequeñas.
La clave de la nueva teoría del arcoíris es considerar gotas de agua que no son esféricas. Beard y Chuang construyeron un modelo teórico de las gotas en 1987, que ratificaron con medidas experimentales. Os voy a confesar que yo le propuse a uno de mis estudiantes de doctorado hacer casi exactamente lo mismo que han hecho Paco Serón y sus colegas, estudiar cómo cambia la teoría de Lorenz-Mie cuando se usa el modelo de Beard-Chuang para la forma de las gotas. Pero al final mi estudiante, sin beca de investigación, no pudo completar su trabajo. Quizás por ello me ha encantado este nuevo trabajo. Los interesados en este modelo de gotas disfrutarán con Kenneth V. Beard and Catherine Chuang, «A New Model for the Equilibrium Shape of Raindrops,» Journal of the Atmospheric Sciences 44: 1509-1524, 1987, y Kenneth V. Beard, Rodney J.Kubesh, Harry T. III Ochs, «Laboratory Measurements of Small Raindrop Distortion. Part I: Axis Ratios and Fall Behavior,» Journal of Atmospheric Sciences 48: 698-710, 1991.
No este blog el lugar adecuado para discutir la teoría de la formación de los arcoíris. Quienes no la recuerden o nunca la hayan estudiado pueden recurrir a la web. En cualquier caso, resumiendo mucho, un arcoíris se forma por la refracción y reflexión de la luz del Sol en el interior de gotas de agua, incluyendo efectos de óptica geométrica (u óptica de rayos) y ondulatoria. El arcoíris primario (ver figura arriba-izquierda) se forma gracias a la luz que se refleja en el interior de la superficie interior de la gota, que ha llegado allí tras una refracción y que llega a nuestros ojos tras otra. El arcoíris secundario (ver figura arriba-derecha) requiere dos reflexiones en el interior de la gota (más las dos refracciones). Los arcos supernumerarios que se ven debajo del arcoíris primario se deben a la combinación de dos fenómenos ondulatorios, por un lado la interferencia (ver figura abajo-izquierdo), que les da los detalles finos, y por otro la difracción (ver figura abajo-derecha), que emborrona estos detalles finos.
El responsable de los maravillosos colores del arcoíris es la dispersión de la luz, el hecho que la refracción dependa de la longitud de onda de la luz incidente. La intensidad y el color de la luz dependen del ángulo con el que penetra la luz en el gota de agua y de su radio, como muestran estas dos figuras obtenidas utilizando la teoría de Lorenz-Mie para gotas esféricas. Para el caso de gotas no esféricas, el nuevo artículo técnico ha desarrollado un método numérico capaz de obtener el equivalente a estas figuras para diferentes radios de la gota de agua modelada según la teoría de Beard-Chuang.
¿Cómo compara el nuevo algoritmo con fotos reales de arcoíris? En estas fotografías reales de arcoíris se han insertado un pequeño trozo del arcoíris simulado por el nuevo modelo (los colores simulados no han sido retocados, solo se ha retocado el color de fondo para lograr un mejor ajuste con la fotografía). Tienes que ser click en la imagen para ampliar esta imagen y disfrutar del increíble acuerdo entre teoría y experimento. Los valores de los parámetros del arcoíris utilizados en estas fotografías aparecen en la siguiente tabla.
En resumen, ya habrás notado que soy un apasionado de la óptica física de los arcoíris (y de otros fenómenos ópticos atmosféricos). Realmente si te apasionan como a mí este tema, te recomiendo leer el artículo de Paco Serón y sus colegas, así como muchas de las otras fuentes que hay disponibles por la web. Conocer la teoría detrás de los arcoíris te permitirá disfrutar mucho más del espectáculo que puedes contemplar cuando ves regar con aspersores el césped en cualquier parque de tu ciudad, o cuando disfrutas de los primeros rayos de Sol al acabar de llover.
La banda oscura de Alexander debería denominarse más propiamente en español «Banda oscura de Alejandro», dado que el nombre deriva del comentarista griego Alejandro de Afrodisias cuyo nombre se traduce en nuestro idioma.
Gracias, Paco, lo arreglo.
El otro día comentaba en el artículo de las torres de perdigones, el fenómeno de deformación de las gotas por oscilación estudiado por Rayleigh:
https://francis.naukas.com/2012/09/27/xxxiv-carnaval-fisica-la-fisica-de-las-torres-de-perdigones-de-jerez/
En los artículos de 1987 y 1991 que pones sobre modelos de gotas no citan a Rayleigh, pero sí se cita en estos otros de Beard:
http://journals.ametsoc.org/doi/abs/10.1175/1520-0469%281991%29048%3C1856%3AAPMORO%3E2.0.CO%3B2
http://journals.ametsoc.org/doi/abs/10.1175/1520-0469%281984%29041%3C1765%3AROEOAP%3E2.0.CO%3B2
En España siempre habia visto un solo arco iris, pero desde que vivo en Colorado (USA) siempre que veo el arcoiris es rara la vez que NO es doble! y siempre me preguntaba como era posible…. muchas gracias!
Justamente esta semana vi uno aunque apenas hasta ahora entiendo que lo era
https: //pbs.twimg.com/media/DB2gFCJUIAQ91Ez.jpg:large
En una ocasión vi un arcoiris en el mar que se fue formando desde los dos extremos del horizonte y al unirse se transformó en un arcoiris multiple tridimensional alto y estrecho y con profundidad de varios metros sobre el mar. ¿Qué explicación puede haber?
Agradecería mucho una explicación a este fenómeno que vi hace más de 40 años y al que nunca he encontrado una respuesta.
Isabel, el fenómeno que viste no puede ser tal cual lo describes, pues la lectura literal de lo que describes es imposible según la física (quizás tu memoria tu juega una mala pasada y te hace recordar cosas de un modo diferente a como en realidad ocurrieron).
Un arcoiris no se puede formar «desde los dos extremos del horizonte». Quizás lo que pasó es que viste aparecer el arcoiris (que es un arco de luz proyectado en el cielo) desde sus dos extremos, hasta que lo observaste de forma completa. Esto puede ocurrir cuando hay capas nubosas en movimiento que ocultan parte de la luz refractada en las gotas de agua suspendidas que dan origen al arcoiris. Su movimiento permite que parezca que aparece el arcoiris desde sus extremos.
También es imposible que «se transforme en un arcoiris múltiple tridimensional alto y estrecho». El arcoiris es la proyección de un cono en el cielo y se ve desde cierto ángulo, entre la posición del Sol y del observador. Quizás quieres decir que al cerrarse el arcoiris pudiste apreciar un arcoiris doble; esto es algo habitual, cuando la atmósfera y la cubertura nubosa permiten ver ambos arcoiris, que siempre se forman, pero que no siempre son visibles de forma clara. Pero no tiene sentido usar la palabra «tridimensional»; supongo que es una manera de hablar y que en realidad te refieres a que viste el arcoiris doble completo, con la zona más oscura entre el primario y el secundario, y con la parte más brillante debajo del primario.
Tampoco se entiendo lo de «con profundidad de varios metros sobre el mar». No se entiende qué es la profundidad sobre el mar. Si el arcoiris que viste aparentaba tener unos pocos metros, casi seguro que lo viste gracias a cortina de agua. En un jardín, con dos aspersores de agua para riego de los que rotan, es fácil recrear el fenómeno que describes y (casi) como lo describes. Desde el lugar apropiado verás que aparecen los dos extremos del arcoiris, como acaba apareciendo un arco completo, que, si el fondo es oscuro, serán dos arcos formando un precioso arcoiris doble de unos metros de tamaño. Todo ello enfrente tuya. En el mar, si estabas en un barco y tenían dos aspersores de agua para limpiar la cubierta, también podrías observar dicha secuencia de acontecimientos.
En resumen, casi con toda seguridad, lo que describes no es lo que viste, sino un recuerdo falseado de lo que en realidad viste. La explicación física del arcoiris es muy sencilla; si te esfuerzas en entenderla, verás que es muy fácil explicar lo que en realidad viste (y disfrutaste), con lo que podrás rememorar mejor tu recuerdo de un fenómeno físico natural de gran belleza.
Gracias por tu explicación pero lo cierto es que para mí fue un fenómeno tan extraño que durante años he intentado darle una explicación porque no se ajustaba a nada que hubiera visto antes. Pensé que seria un efecto optico sin explicación.