Ciencia para todos T07E15: El día mundial de los océanos y la basura marina

Por Francisco R. Villatoro, el 18 junio, 2025. Categoría(s): Ciencia • Noticias • Podcast Ciencia para Todos (SER) • Recomendación • Science ✎ 2

Te recomiendo escuchar el episodio T07E15, «Más plásticos que peces en 2050, si no actuamos. Científicos de la UMA advierten del impacto humano en los océanos», 10 jun 2025 [14:51], del programa de radio “Ciencia para Todos”, en el que participo junto a Enrique Viguera (Universidad de Málaga), coordinador de Encuentros con la Ciencia. Esta sección semanal del programa “Hoy por Hoy Málaga”, que presenta Esther Luque Doblas (y a veces Isabel Ladrón de Guevara), se emite todos los martes en la Cadena SER Málaga (102.4 FM) sobre las 13:45 horas.

Entrevistamos a Javier Soto Navarro, físico oceanógrafo, profesor del Departamento de Física Aplicada II e investigador en el Grupo de Oceanografía Física de la UMA (GOFIMA), un grupo de investigación que tiene más de 25 años de trayectoria, centrado en la caracterización oceanográfica de los mares que bañan el sur de la Península Ibérica: Mar de Alborán, Estrecho de Gibraltar y Golfo de Cádiz, y la interrelación de estas cuencas con el resto del Mediterráneo, por ejemplo, a nivel climático. El motivo es el reciente Día Mundial de los Océanos, que pone los pone de actualidad.

Puedes escuchar el episodio en Play SER, «Más plásticos que peces en 2050, si no actuamos. Científicos de la UMA advierten del impacto humano en los océanos», 10 jun 2025 [14:51].

Esther: «El pasado domingo 8 de junio se celebraba el Día Mundial de los Océanos, una iniciativa internacional orientada a sensibilizar a la ciudadanía sobre nuestro impacto en los océanos y a promover la gestión sostenible de los mares».

Enrique: «Ahora que se acerca el verano y comienza el calor, nos apetece ir a la playa a caminar, tomar el sol, bucear o hacer surf. Es el momento en el que nos acordamos de nuestros mares. Te voy a dar algunos datos interesantes. Los océanos producen al menos la mitad del oxígeno que respiramos gracias a organismos microscópicos como el fitoplancton, que viven en sus aguas superficiales y realizan la fotosíntesis. Además, absorben cerca del 30 % del dióxido de carbono generado por actividades humanas. Por lo tanto actúan como grandes reguladores térmicos ya que gracias a la circulación oceánica distribuyen este calor solar por todo el planeta evitando eventos extremos como sequías o inundaciones, estabilizando el clima del planeta y mitigando el calentamiento global».

«Por otro lado, desde el punto de vista de la biodiversidad, aquí viven aproximadamente el 80 % de las especies conocidas. Recordemos los arrecifes de coral, los manglares, las fosas oceánicas… de hecho, ¡muchas especies no han sido aún descubiertas! En cuanto a su utilización por el ser humano, unos 3000 millones de personas utilizan la pesca como fuente principal de alimento. Desde el punto de vista biotecnológico, es una fuente de compuestos marinos que tienen propiedades terapéuticas contra enfermedades neurodegenerativas, infecciones virales, cáncer, etc. Y por supuesto tienen un gran valor cultural. En el último programa hablamos de cómo los fenicios dominaron el Mar Mediterráneo donde establecieron sus negocios».

Francis: «El Día Mundial de los Océanos se celebra para concienciar a la humanidad sobre la importancia vital de los océanos en la vida del planeta y promover su protección frente a las amenazas que los ponen en riesgo. Se celebra cada 8 de junio y fue proclamado oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2008, aunque su origen se remonta a 1992 durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, por iniciativa de Canadá, con el apoyo de instituciones científicas y ambientales. El promotor principal es la ONU, a través de su División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar y en esta celebración participan organizaciones no gubernamentales, científicos, gobiernos, ONGs ambientales (como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el grupo de defensa del medio ambiente Ocean Conservancy, o la fundación Mission Blue) y la sociedad civil en todo el mundo».

Esther: «Hoy tenemos al habla a Javier Soto, físico oceanógrafo, profesor del Departamento de Física Aplicada II e investigador en el Grupo de Oceanografía Física de la UMA (GOFIMA), un grupo de investigación que tiene más de 25 años de trayectoria, principalmente centrado en la caracterización oceanográfica de los mares que bañan el sur de la Península Ibérica: Mar de Alborán, Estrecho de Gibraltar y Golfo de Cádiz, y la interrelación de estas cuencas con el resto del Mediterráneo, por ejemplo, a nivel climático. [Saludos] Javier, ¿cuáles son las líneas principales de investigación de vuestro grupo de oceanografía física?»

Javier: «Nuestra línea principal ha sido la caracterización de los mares de Alborán, Estrecho Gibraltar y Golfo de Cádiz; sobre todo, el Estrecho Gibraltar, porque es un punto clave para entender la circulación y el comportamiento de la cuenca mediterránea. Nosotros tenemos una línea más experimental, con unas estaciones de medida que llevan funcionando desde hace más de una década, casi 20 años. Y también investigamos en oceanografía computacional. Usamos modelos numéricos, programas de ordenador que simulan la circulación del océano y nos sirven para estudiar fenómenos a los que con la experimentación no se llega. La experimentación en el mar es muy costosa, tanto en medios materiales como en dinero, que se complementa mucho con la simulación numérica. Además, últimamente, hemos desarrollado una línea sobre el impacto de la contaminación por especies invasoras y basuras marinas».

Francis: «Estos días, del 9 al 13 de junio, se está celebrando en Niza (Costa Azul, Francia) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. Javier, ¿cuáles son sus objetivos principales?»

Javier: «El objetivo es sacar algún tipo de compromiso a nivel político para aumentar la protección de los océanos. Ahora mismo solo hay un 3 % de los océanos que está protegido y blindado contra la sobrexplotación de los recursos. La idea que flota es intentar hacer un tratado internacional de alta mar que proteja hasta un 30 % de las aguas internacionales. Aparte están las aguas territoriales de cada país, que también sería ideal que se protegiesen, pero eso cada país lo hace por su cuenta».

«Por ejemplo, en España hay una protección de aguas de un 21 % ahora mismo en aguas territoriales. También se quiere llegar al 30 % en el objetivo de 2030, pero el impulso de este tipo de tratados. Y además se intenta limitar o poner coto, de alguna manera, legislando para que no haya mucha sobrexplotación. Porque se está haciendo mucha minería de alta mar, ya que faltan recursos en tierra; se está buscando en el mar y en aguas internacionales, y hay que poner coto a todo esto. Se está intentando avanzar en esta línea».

Enrique: «¿Crees que [esta conferencia] va a tener un impacto real?»

Javier: «Yo soy escéptico. Espero que haya por lo menos una medida… Pero como no son vinculantes, son solo declaraciones de intenciones. Pasa un poco como con las cumbres del clima, pero en estas conferencias ni siquiera se llega al nivel de los tratados del clima, aunque luego ya hemos visto que cierta gente luego se los salta. En el contexto actual es difícil que se tomen acuerdos, pero, por lo menos, sí que puede pasar que ese dote de recursos y de financiación, que se llegue a acuerdos para mejorar la investigación y para aumentar, en cierta medida, este nivel de protección. Eso es lo que yo espero».

Fuente: Javier Soto-Navarro en Marine Pollution Bulletin (2025) https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2024.117434.

Esther: «Javier, entre vuestras líneas de investigación tenéis el análisis de la contaminación por basuras marinas. Además, es un proyecto que estáis desarrollando financiado por la Junta de Andalucía. ¿Qué es la basura marina?»

Javier: «Bueno, la basura marina es cualquier residuo que sea de origen antropogénico que acabe en el mar. Muchos de los residuos que acaban en el mar son biodegradables y desaparecen al cabo del tiempo,  sea más o menos rápido. Pero lo que se queda son los que tardan mucho tiempo en biodegradarse, que son básicamente los plásticos. Cuando hablamos de basura marina, no estamos centrando en el estudio de los residuos plásticos, que son los que permanecen».

Francis: «Javier, ¿cómo de importante el problema de las basuras marinas y cómo afecta a nosotros los ciudadanos?»

Javier: «Es un problema que es mucho más grande que la gente se imagina. Se hacen estimaciones, porque no se sabe a ciencia cierta, que se arrojan entre 4 y 10 millones de toneladas de plástico anuales al mar. Cada año nos tocarían unas cien mil toneladas anuales. Ese ritmo va creciendo, porque cada año se produce más plástico y la proporción que va al mar es mayor. Y se calcula, que si no se toman medidas, para el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Además, estos residuos, como se van transformando cuando salen del mar, alcanzan todos los ecosistemas».

«Los trozos de plástico grandes se van rompiendo por efectos mecánicos del oleaje, viento, por el sol y también por efectos biológicos. Y se van degradando y convirtiendo en plásticos más pequeños, hasta que se convierten en microplásticos, de los que se habla mucho. Y luego, incluso, se reduce aún más de tamaño y se convierten en nanoplásticos. Y estos plásticos tan pequeños generan diversos problemas, o sea, desde los grandes generan unos problemas, los pequeños generan otros, pero afectan a todos los ecosistemas y en todas las escalas».

«El plástico llega a la cadena trófica y, por tanto, puede llegar a afectar a las personas. Aparte de los que vienen del mar, en general, se estima que cada persona, ahora mismo, consume a la semana, alrededor de cinco gramos de plástico, que equivale a una tarjeta de crédito, aproximadamente».

Esther: «¡Vaya, nos comemos una tarjeta de crédito a la semana!»

Javier: «Más o menos. La estimación es siempre aproximada. Además, el 100 % de las muestras de orina, cuando se hacen estudios buscando este contaminante, el 100 % de las muestras de orina contienen microplásticos. Pero, además, se encuentran ya en las placentas de embarazadas, en órganos como el cerebro, … Y, claro, el problema con el plástico es que es un material muy reciente. Se viene usando desde los años 1950, pero realmente el boom del plástico es de las últimas décadas. Por ello, no se conocen los efectos a largo plazo que pueden tener en el organismo, en la salud de las personas, ni de los animales».

Fuente: Javier Soto-Navarro en Marine Pollution Bulletin (2025) https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2024.117434.

Esther: «¿Y no se terminan de tomar medidas contundentes con esto?»

Javier: «Hay directivas europeas buscando reducir, sobre todo, los plásticos de un solo uso, que son los más reducibles; porque no se pretende demonizar un material que nos ha sido útil y nos va a seguir siendo útil, pues tiene muchos usos a nivel tecnológico, por ejemplo, a nivel de salud estoy pensando en prótesis, en material médico… No se está demonizando el plástico, pero la legislación se dirige a limitar los plásticos que usamos todos los días; como las 30 bolsas de plástico que tú abres para comerte cuatro cosas, ese plástico se puede limitar, las bolsas de plástico se pueden limitar. El envase plástico de todo tipo de alimentos no se puede prohibir, porque algunos son imprescindibles, pero sí se puede limitar. Este es el plástico que podemos retirar de nuestra vida para que no llegue al mar, porque al final todo acaba en el mar».

Esther: «¿Cuál es la situación actual de los mares y los océanos? Muy breve, casi telegráfico, que no tenemos tiempo. ¿Qué estado de salud tienen nuestros mares y nuestros océanos? ¿Están muy contaminados?»

Javier: «Mi especialidad es la basura marina. Yo diría que ahora mismo estamos de cero a cinco en un cuatro, o entre un tres y un cuatro. El problema más grande de este contaminante en el océano es que no sabemos cuánto hay, pero cada vez que medimos vemos que hay más, aunque no sabemos cuánto hay. Y como no se deja de producir plástico, pues por pura lógica, ha ido aumentando con el tiempo».

Esther: «Agradecemos a Javier Soto, físico, oceanógrafo, profesor del Departamento de Física Aplicada, investigador en el grupo de Oceanografía Física de la UMA, que están trabajando calladamente en temas superinteresantes y a los que, a veces, no prestamos mucha atención». [Despedida y cierre].



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